En la literatura sobre la educación superior se entiende que las universidades son instituciones en las cuales priva el principio de la proliferación del conocimiento. Bajo dicho principio ocurre un proceso de diferenciación interna que intensifica la división del trabajo, así como la diversificación funcional, organizativa, académica y política. El proceso provoca que la universidad tenga que jugar muchos papeles para su desarrollo interno y para atender a una sociedad que, en cualquier momento, puede elevar la demanda por el conocimiento que produce.
La UNAM es una universidad compleja en sus funciones y organización, de una notoria imagen social, de gran tamaño por el monto de su personal y su alumnado, ambos diseminados en muchos campos disciplinarios, donde se efectúan múltiples acciones académicas. Los siguientes son algunos ejemplos de los logros que han alcanzado ambos actores en los recientes tres años, como una forma de ilustrar la complejidad y la multifuncionalidad institucional.
La UNAM en este año tiene 35 mil 679 académicos, de los cuales 35 por ciento, aproximadamente, son de carrera. En los pasados diez años el personal académico contratado creció en 6 mil 299 personas. La mayor parte de este crecimiento se dio durante el rectorado del doctor Juan Ramón de la Fuente, porque de 2007 a la fecha el aumento ha sido modesto. Anoto que dentro de la planta académica de la UNAM se localiza el mayor número de investigadores nacionales en el país (21.7 por ciento del total, según el ECUM).
La UNAM cuenta con un personal académico consolidado y con experiencia. En el tiempo que lleva el rectorado del doctor José Narro los académicos de la UNAM han ganado muchos premios y reconocimientos. Por ejemplo, en 2007 se ganó el Premio Nacional de Narrativa y otro en el campo de la veterinaria sobre enfermedades porcinas y equinas. Los abogados ganaron el premio de la Association for Law Enforcement Intelligence Analyst en 2008. En ese año, académicos de la institución recibieron el Premio Nacional de Materiales y el Mexiquense de Ciencia y Tecnología. Al siguiente año, se ganó el Premio Nacional de Ingeniería, el Premio Príncipe de Asturias y se le dio un Premio a la Biblioteca Nacional por sus aportes a la cultura. Seis académicos de la UNAM ganaron el Premio Nacional de Ciencias y Artes y otros el Premio Loreal-unesco para insecticidas ecológicos. Los premios mencionados no fueron todos los reconocimientos que se han recibido en estos años. Lo mencionado es sólo una muestra.
La Universidad Nacional en 2010 tiene una matrícula de 314 mil 557 alumnos, casi 60 mil más de los que había hace diez años, de los cuales 25 por ciento se agregó en los recientes tres periodos escolares. La mayor parte (57 por ciento) está en la licenciatura. El bachillerato contiene a 35 por ciento. En el posgrado hay 25 mil 36 estudiantes.
En los pasados tres años los estudiantes han sido considerados como el centro de las preocupaciones de la UNAM. La universidad abrió posibilidades para una mejor formación y los alumnos tuvieron logros. Por ejemplo, un grupo de alumnos llevó a acabo un proyecto importante para hacer más eficiente la energía solar. Se construyó un planetario portátil itinerante que estimuló el acercamiento a la ciencia en los CCH y en las prepas. Alumnos de servicio social dieron asesorías sobre asuntos residenciales a familias y grupos sociales, en varias partes de la república. Se instaló la Red Inalámbrica Universitaria. En el terreno de la música se comenzaron a producir los primeros doctores y en psicología se graduó la primera estudiante indígena becada.
Los alumnos no se quedaron atrás. También han sido premiados en los recientes tres años. Por ejemplo, recuerdo que ganaron un maratón de mercadotecnia e informática. Los de la Facultad de Ciencias Políticas obtuvieron el Premio a la Delegación Internacional más Sobresaliente que otorga la OEA. Otros recibieron el Premio a la Excelencia Estudiantil en Ingeniería Química, y bastantes más destacaron en varias disciplinas científicas y humanísticas y sociales, y en el cine, la música, el teatro y la danza.
Por lo demás, se reciben estudiantes que provienen de varias entidades de la república, al mismo tiempo que de la a UNAM se han movido a varios estados. Se tienen programas de intercambio con muchas universidades de Estados Unidos, entre los cuales destaca el que se realiza con la Universidad del Sur de California. La Universidad Nacional recibió en 2009 a estudiantes de 18 países, aunque lamentablemente se trata de un número pequeño.
Los logros que hemos conseguido no esconden los problemas que tiene la UNAM y que nos toca resolver. Lo dicho es para dejar ver lo que es una institución de la complejidad que tiene esta casa de estudios, que ya siendo grande, sigue creciendo porque el país así lo necesita. En este momento hemos querido mostrarle al público que estamos trabajando, que nos esforzamos por ganar nuestro prestigio, que la visibilidad académica de la institución la consiguen académicos y estudiantes, y que la presencia que tenemos no sólo nos la dan los rankings internacionales, sino también las tareas concretas que hacemos en beneficio de la sociedad.
Nuestra postura es que muchas más universidades públicas avancen y se hagan visibles en los ámbitos nacional e internacional. Para que México tenga un sistema universitario con instituciones fuertes, de calidad, pertinentes, con rigor y con autoridades que abran los espacios, como ha sido el caso de los pasados tres años en la UNAM, para que podamos elevar los niveles de competencia científica.
