Quienes integramos el Seminario de Educación Superior de la UNAM nos ocupamos de dar seguimiento a lo que ocurre en las universidades públicas del país. Dentro del ámbito político que impulsa el desarrollo institucional, nos resulta de mucho interés fijarnos en los avances académicos que se van dando en las universidades públicas estatales porque, como lo hemos reiterado, en estas instituciones se hace 70 por ciento de la investigación científica del país.
Hoy quiero llamar la atención de los lectores de Campus al caso de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), porque la situación particular de sus avances representa, desde mi punto de vista, cómo se va construyendo una institución académica de carácter público, mediante una gestión que responde a principios basados en la autonomía, la libertad de cátedra, el espíritu crítico, el humanismo, la pertinencia y la responsabilidad social.
En el estado de Yucatán se creó, en 2008, el Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico (SIIDETEY) como un medio para impulsar la ciencia y la tecnología en la entidad. Este sistema busca articular todas las instituciones de educación superior de la entidad y pone a los investigadores y a la formación de recursos humanos de alto nivel como un recurso estratégico de la más alta prioridad para la sociedad. La UADY es una pieza central de dicho sistema, y su pertenencia al mismo la mueve para mejorar permanentemente su calidad.
En Yucatán, debido a las proyecciones de desarrollo del estado y a su ubicación geopolítica, se está haciendo un esfuerzo notable en materia educativa. En la universidad estatal se están construyendo cinco campus, de los cuales los de Ciencias de la Salud, Ciencias Biológicas y Agropecuarias e Ingeniería y Ciencias Exactas son los más adelantados. Avanzan los de Arquitectura, Arte y Diseño y el de Ciencias Sociales.
Se ha propuesto que Yucatán se vuelva un centro científico y cultural de primera importancia en la región y en el país. Esta es una apuesta. Así, por ejemplo, en la UADY, 13 por ciento de la matrícula de licenciatura está compuesto por estudiantes que provienen de otros estados y en el posgrado 35 por ciento proviene de otros estados y países.
En la actualidad, la cobertura de educación superior en Yucatán es de 28.4 por ciento. En la licenciatura, la UADY atiende a más de 40 por ciento de la matrícula estatal, con un total de 12 mil 467 estudiantes en la licenciatura y mil 568 en el posgrado. En 2003, la universidad tenía a 91 por ciento de su población estudiantil en la licenciatura atendida por programas reconocidos por su buena calidad. El último dato, para 2009, registró a 98.6 por ciento.
Y es que en la UADY se desea que los estudiantes cuenten con una planta de profesores de tiempo completo que estén cerca de ellos. Además, se impulsa con fuerza que los maestros en esta categoría tengan posgrado, el cual ha sido alcanzado por tres cuartas partes. Hace siete años uno de cada cinco de los docentes de tiempo completo tenía el doctorado. En 2009 la cifra se había elevado a 28.5 por ciento. Además, 299 de los 757 profesores de tiempo completo tienen perfil Promep y 16 por ciento son miembros del SN I, proporción que en 2003 apenas llegaba a 10 por ciento.
Buena parte del progreso de la UADY se aprecia en su red bibliotecaria, por el volumen de títulos, de revistas especializadas y por el número de estudiantes que asisten a ellas. En los recientes seis años, se estima que cada estudiante consultó, en promedio, cerca de cincuenta libros al año, lo que habla de un buen apoyo académico.
Las bibliotecas son cruciales para la investigación. Esta última busca atender dos dimensiones fundamentales para el estado: el desarrollo costero y el desarrollo del pueblo maya. Las prioridades son muy claras: salud, alimentación, agua, hábitat, energía y educación. Se busca que la investigación esté orientada hacia ellas. Por ejemplo, en la UADY hay líneas de investigación que cubren salud reproductiva y genética, biomedicina de enfermedades infecciosas, salud, ambiente y desarrollo humano. En el campo de las ciencias sociales, se trabaja en varios proyectos importantes sobre desarrollo regional, modernización, educación, medios y tecnología, y hay proyectos sobre juventud y ciudadanía, sobre jóvenes y mujeres en el mercado de trabajo y sobre procesos electorales y políticos.
Todo lo hecho en los años recientes por esta institución ha contado con un presupuesto muy bajo, dentro del cual el gobierno de Yucatán cubre apenas 13 por ciento del total del subsidio ordinario (ECUM, dato de 2006). Con todo, se trata de que la UADY sea una institución guiada por su responsabilidad social, que la educación que imparte sea realmente un bien público, que la institución ofrezca igualdad de oportunidades en el acceso, la permanencia y el egreso, en el entendido de que una sociedad más educada e informada podrá tener un desarrollo con mayor bienestar, sustentable y sostenido, que fomente una vida ciudadana y democrática. Existe un compromiso de la universidad para que se genere conocimiento apropiado a la realidad de la sociedad yucateca, para que se resuelvan problemas locales y los que existen como reflejo de lo nacional y lo global. Para fortalecer la comunicación entre la universidad y la sociedad, se ha instalado un Consejo de Participación Social. La universidad hace sentir que tiene un compromiso serio con la historia y la cultura. ¡Enhorabuena! ¡Qué la comunidad de la UADY tenga muchos más éxitos!
