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Los programas de incentivo fiscal... para empresas
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm 305 [2009-01-22]
 

Después de siete años de aplicación del programa de incentivos fiscales para empresas que invertían en actividades de investigación y desarrollo tecnológico, el programa se suprime y a partir de este año cambia a uno de apoyo directo a las empresas. El cambio, en realidad, se debe a un aprendizaje institucional conducido por las señales de organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero, como se podrá deducir, es poco eficiente y guiado por los ciclos políticos.

El programa de incentivos fiscales no lo creó la administración anterior, es una iniciativa que viene de mediados de los años ochenta. También es una medida ampliamente utilizada por la mayor parte de los gobiernos para tratar de impulsar la inversión de los empresarios en actividades científicas y tecnológicas; consiste básicamente en que del total de inversión que realizan para esas actividades, pueden deducir, contra impuesto, una cierta proporción. Esto es, el gobierno deja de percibir cierta cantidad de dinero de recaudación fiscal para tratar de estimular un mayor gasto de los empresarios.

Lo que sí hizo la pasada administración fue cambiar las reglas de operación del programa, incrementar la proporción que los empresarios podían deducir de impuestos y elevar el monto total dedicado a los incentivos fiscales. El cambio de reglas fue para agilizar los trámites ante la SHCP, puesto que ése era el principal obstáculo para que el programa funcionara; duplicó la proporción que los empresarios podían deducir (pasó de 15 a 30 por ciento) y el monto total del programa se incrementó de 500 a 4 mil 500 millones de pesos entre los años 2000 y 2008.

Las modificaciones al programa tenían la intención de duplicar la participación relativa del sector privado en el gasto de actividades científicas y tecnológicas: pasar de 23 a 40 por ciento en el periodo 2001-2006, puesto que reiteradamente se había indicado que se debía incrementar el gasto en ciencia y tecnología e incentivar el gasto particular. Sin embargo, como la mayor parte de las metas que se propuso el gobierno anterior, no las alcanzó.

Además de fallar en sus metas, el programa de incentivos fiscales desde el comienzo fue ampliamente criticado. En buena medida porque no estaba claro que los incentivos fiscales realmente se dirigieran a gasto científico y tecnológico. Pero también, y principalmente, porque cada año fueron beneficiadas las grandes empresas o las empresas transnacionales, no las Pymes. El programa, no obstante, siguió aplicándose.

Al iniciar esta administración, el director del Conacyt indicó que encargaría una evaluación del programa de incentivos a la OCDE. Y efectivamente, como parte del examen a la política de innovación, dado a conocer recientemente, el organismo realizó una serie de sugerencias, entre las cuales estaba la de cambiar el sistema de incentivos fiscales “de uno discrecional a uno automático” (Reviews of Innovation Policy. Overall Assessment and Recomendations, 2008: 52).

Desde el año pasado fue claro que el programa de incentivos anterior no continuaría, dado que el paquete económico para este año no incluyó monto alguno para este concepto. También porque en el programa sectorial —dado a conocer públicamente la semana pasada— se indicó que se harían ajustes al programa.

El caso es que, el martes pasado, las autoridades del Conacyt señalaron que se sustituía el anterior programa de incentivos por otro de estímulo directo a la inversión en investigación y desarrollo tecnológico (13/01/09). Aunque más bien son tres programas de apoyo: uno, por un total de 600 millones de pesos, dirigido a 300 micro, medianas y pequeñas empresas, denominado Innovación Tecnológica para Negocios de Alto Valor Agregado (Innovapymes); otro, por 700 millones de pesos para incentivar la colaboración entre empresas e instituciones educativas, dirigida a cerca de 40 consorcios (uniones de empresas e instituciones de educación superior), denominado Innovación en Tecnologías Precursoras (Proinnova), y un tercero por mil 200 millones pesos, el de mayor cantidad, para alrededor de 400 empresas que realicen innovación, el programa se llama Innovación Tecnológica para la Competitividad de las Empresas (Innovatec).

Habrá que ver el funcionamiento de los nuevos programas para valorar si son o no un buen sustituto. Por lo pronto, cabe notar la diferencia de montos entre el programa anterior y los actuales. En el primero, Hacienda dejaba de recaudar 4 mil 500 millones de pesos; a través de los tres programas recientes, otorgará recursos por un total de 2 mil 500 millones de pesos a ejercerse en el mismo periodo fiscal. Notable.

Otros dos factores cabe notar: la rectificación viene después de concluida la administración anterior, como también ocurrió con otros programas, y a ese retraso se suma la demora del programa sectorial actual. No será un programa para un sexenio, sino para un cuatrienio.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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