MOTOR DE BÚSQUEDA PARA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Autor  Periódico  Año 
Mostrar Introducción

El museo de Evita
Armando Alcántara Santuario
Campus Milenio Núm 302, pp.4 [2008-12-18]
 

Sin duda, uno de los personajes más conocidos de Argentina es Eva Perón, Evita (su nombre completo de soltera era Eva María Duarte Ibarguren). La obra musical de Andrew Lloyd Weber y Tim Rice, que después se hizo versión cinematográfica y recorrió el mundo, ayudó a conocer y difundir su imagen mítica. En ella, su célebre “No llores por mí Argentina” recorrió el planeta entero, en la voz de Madonna y de Nacha Guevara. Escritores como Tomás Eloy Martínez (Santa Evita) han novelado de modo magnífico la fascinante historia de su vida. Pero más allá de eso, su nombre y su obra social son todavía un referente en la vida moderna de la nación argentina.

Como es bien sabido, poco antes de que Juan Domingo Perón llegara al poder, Evita se convirtió en su esposa y durante el gobierno peronista fue una muy activa promotora de obras sociales para los sectores más necesitados de la población argentina, así como del voto femenino.

Su muerte prematura a los 33 años, víctima de cáncer, sumió a la nación argentina en un profundo duelo. El derrotero que padeció su cadáver embalsamado se antoja increíble por todas las vicisitudes que soportó durante más de 20 años. Primero, permaneció en la Central General de Trabajadores (CGT) desde su muerte en 1952, hasta el derrocamiento de Perón, tres años después. El cuerpo fue secuestrado luego por los militares golpistas y cambiado constantemente de sitio en Buenos Aires, durante más de un año. Posteriormente, el cadáver —mutilado y profanado — es enviado clandestinamente a Italia. Ahí fue enterrado bajo un nombre falso y permaneció en un cementerio de Milán durante 14 años. En 1971 fue exhumado y entregado a Perón en Madrid, donde lo tuvo en su residencia. El cuerpo regresó a Argentina en 1974 y permanece en Los Olivos, la quinta presidencial. Finalmente, en 1976 terminó su largo peregrinar al ser entregado a su familia. Desde entonces descansa en la cripta familiar en el célebre cementerio La Recoleta.

Pero volviendo al museo, éste se ubica en un edificio que fue la sede del Hogar de Tránsito núm. 2 de la Ayuda Social. Estos hogares fueron creados por Evita para resolver el problema de alojamiento transitorio de las mujeres y sus familias. Dicho edificio también alberga al Instituto Nacional de Investigaciones Históricas “Eva Perón”. La creación del museo, ubicado en el barrio bonaerense de Palermo, fue aprobada hace casi una década, aunque sus puertas se abrieron hasta 2002, al cumplirse el 50 aniversario de su muerte. La bella casona que alberga el museo Evita data de principios del siglo XX y fue adquirido por la Fundación de Ayuda Social "María Eva Duarte de Perón", en 1948.

El museo presenta los aspectos más relevantes de la vida, obra y pensamiento de Eva Perón con el lema: “Mi vida, mi misión, mi destino”. Su museografía incorpora de modo muy adecuado las nuevas tecnologías, de modo que el espectador pasa de una sala a otra con un interés creciente. La muestra museográfica exhibe diversos objetos personales y abundantes documentos de la época. Entre ellos destacan los elegantes vestidos que le dieran una imagen de gran distinción. Resulta por demás interesante la conjunción de esta imagen con sus avanzadas ideas sociales y su compromiso con los sectores más pobres (“los descamisados”) de la sociedad argentina de aquella época.

La colección también permite hacer un recorrido, ameno y muy interesante, por las diversas etapas de su vida, desde su infancia hasta su ideario y legado políticos, pasando por su época de actriz, su encuentro con Perón y su intensa labor social y política. Una de las secciones que más llama la atención es aquella que plantea la doble faceta del mito que Evita representa en la sociedad argentina.

Por un lado está el “mito blanco”, que la ha llevado a ser considerada por los sectores populares como una especie de santa (existe, por cierto, una composición fotográfica en que su imagen se asemeja a la Virgen María). Más aún, en diversas ocasiones en que he podido recorrer algunos barrios bonaerenses, he visto que en locales sindicales existen imágenes de Evita colocados en altares, de forma semejante a como se hace con los santos católicos.

Pero, por otro lado, el “mito negro” la presentaba como una mujer arribista y ambiciosa. El museo presenta, incluso, algunos libros en los cuales se hace esta interpretación de su personalidad política, escritos por los más acérrimos enemigos del peronismo.

El recorrido por este recinto ofrece elementos por demás valiosos para conocer y comprender mejor la vida y el pensamiento de un personaje clave en la historia moderna de Argentina. Permite también saber más acerca de un periodo muy importante en la vida de esta nación, que a lo largo del siglo XX se vio envuelta en una serie de golpes de Estado.

Las intervenciones militares tuvieron funestas consecuencias para la vida institucional, provocaron el éxodo de muchos de sus habitantes y causaron grandes pérdidas humanas. Ahora que se cumplen 25 años de la vuelta a la democracia, luego de la larga noche de la dictadura que usurpó el poder entre 1976 y 1983, la revaloración de las figuras de Juan Domingo y Eva Perón resulta imprescindible para entender mejor la historia de la democracia en Argentina y en toda América Latina.


Instituto de Investigaciones Económicas
Seminario de Educación Superior
TEL: 56650210, FAX: 56230116
webmaster@ses.unam.mx
Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

Free Blog Counter