A partir de esta década, desde la parte gubernamental, se incrementaron las iniciativas para alentar la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en diferentes ámbitos. En parte, por la seducción que ejerce la llamada sociedad de la información y otro tanto por la proliferación de los dispositivos tecnológicos se pusieron en marcha diferentes programas. El más amplio ha sido el de e-México, creado al inicio de la administración anterior y cuyo propósito principal era incrementar y facilitar la conectividad a internet, así como ofrecer servicios digitales en el terreno de la salud, la educación, la economía y el gobierno. En realidad, poco se sabe de la convergencia que logró y, salvo los centros comunitarios digitales que ya es decir, su labor no ha trascendido.

Tal vez el programa más emblemático ha sido Enciclomedia, lo es por la rapidez con la que pasó de ser un programa relativamente acotado que llevaría las TIC a los salones de clase de unas cuantas primarias en 2004 a las miles de aulas de primaria y secundaria que se proyectaron para 2006. Pero no hubo tal. En cambio, levantó polémica su funcionamiento, escándalos por la forma como se condujeron los procesos de licitación, ambigüedades en los contratos con los proveedores de equipo y una larga lista de detalles que, por cierto, a la fecha no se han aclarado.

Existe otro programa que no ha merecido tanta atención pública pero que también es importante y probablemente lo será más en los siguientes años. Se llama Programa para el Desarrollo de la Industria del Software (Prosoft), lo coordina la Secretaría de Economía y al igual que los anteriores, lo impulsó la pasada administración, aunque los recursos se han incrementado sensiblemente en los últimos años.

En general, Prosoft desde 2002 intenta desarrollar la industria de las TIC en México y para ello trabaja en coordinación con empresas y con instituciones educativas. Las líneas que busca desarrollar son: el desarrollo de software; los servicios a través de tecnologías de la información; el incremento de negocios basados en la subcontratación de empresas especializadas (outsourcing), y los call centers.

El primer informe de gobierno de esta administración destacó que el presupuesto para Prosoft había pasado de 140 millones de pesos en 2004 a 463 millones de pesos el año anterior. De esta última cifra, 138 millones provenían del programa mismo y el resto eran de organismos promotores, también del sector privado y del sector académico.

Según las cifras del programa, el año anterior se habían aprobado 144 proyectos de poco más de 200 empresas y se habían establecido relaciones con diferentes instituciones educativas. Los apoyos se reflejaron, dicen, en servicios de capacitación, infraestructura, uso de TIC, comercialización, servicios profesionales e innovación.

Al parecer, solamente Campeche, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Estado de México y San Luis Potosí, no participaban en Prosoft, el resto de entidades federativas sí. En cuanto al número de universidades que fueron apoyadas sumaban más de un centenar en 2006.

Las metas que se ha propuesto la actual administración para 2013, en lo que llaman la versión 2 de Prosoft, es la de pasar de una facturación anual de 4 mil millones de dólares en el sector a una de 15 mil millones de dólares, duplicar el gasto en TIC respecto del PIB (pasar del actual 1.1 por ciento a 2.3 por ciento), posicionar a México como líder en América Latina para proveer servicios (medido por exportaciones y atracción de inversiones) e incrementar de 225 mil a 400 mil el número de empleos en el sector.

Las metas del programa no son modestas, pero aparte de los recursos públicos y privados ya comprometidos, el Banco Mundial aprobó el pasado 10 de julio un préstamo por 80 millones de dólares para Prosoft y, según ha indicado el organismo internacional, el propósito es ayudar al gobierno mexicano a aplicar una estrategia alternativa para fomentar la creación de empleos en empresas mexicanas de tecnología de la información, sobre todo a través de una mayor disponibilidad de personal capacitado y de tecnologías, normas de calidad y redes mundiales de comercialización de empresas multinacionales.

Por su parte, los funcionarios de la Secretaría de Economía han señalado que casi la mitad del préstamo del Banco Mundial será para capacitación y, según sus cifras, en este año se capacitarán a 6 mil personas en “temas de tecnologías, inglés, calidad y administración” (www.economia.gob.mx).

El préstamo del Banco Mundial supera el presupuesto de este año para Prosoft que es de 650 millones de pesos, aunque por ahora es difícil saber si el incremento garantiza los resultados. De cualquier forma, a pesar de que se trata de cifras sensiblemente inferiores a las que se consumieron en Enciclomedia, convendría aclarar si estamos realmente ante una estrategia deliberada o nuevamente ante el azaroso ensayo y error y la permanente confusión.