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Los números de la UNESCO
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm 244 [2007-10-11]
 

Las cifras de China siempre parecen impresionar. Si no es el tamaño de su población, es su capacidad exportadora, el crecimiento sostenido de su economía, sus productos, sus registros e, incluso, los kilómetros de su muralla. Todo es impactante. Ahora, en las estadísticas internacionales periódicas, cad a vez es más frecuente encontrar comparaciones que nos permiten una dimensión más precisa de logros y problemas.

El Instituto de Estadísticas de la UNESCO dio a conocer hace algunas semanas el reporte de su Programa Mundial de Indicadores Educativos (World Education Indicators-2007. Education counts. Benchmarking Progress in 19 WEI Countries).

El reporte muestra las cifras para diferentes indicadores, como el logro educativo, financiamiento, participación, profesores, ambientes de aprendizaje, entre otros. Pero no solamente incluye los 19 países de ingresos medios y en desarrollo a los que está dedicado centralmente el estudio —México no está en ese grupo—, también considera, con fines comparativos, a los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y doce países más, principalmente de Europa del Este. En total son 63 países.

Un primer dato que destaca el reporte es que el conjunto de instituciones de educación superior de los 19 países de ingresos medios y en desarrollo dieron cabida y graduaron a aproximadamente 5.7 millones de jóvenes (estudios terciarios tipo A), mientras que los países miembros de la OCDE lo hicieron con 5.2 millones. Es posible que la diferencia sea todavía mayor, dado que no se incluyeron los datos de India en la cifra de los 19 países.

El dato sobresaliente es que China tiene el mayor número de graduados en educación terciaria en el mundo, un dato que no se había consignado antes en las estadísticas. Incluso, señala el reporte, el volumen de graduados chinos es mayor que la combinación de graduados de Estados Unidos, Japón y Francia (2.3 millones), los tres países de la OCDE con el mayor volumen.

Además, China, pese a su elevado volumen de graduados y a que registra un bajo nivel de fuga de talentos, acaba de poner en marcha una ley para penalizar a sus estudiantes que estudian en el extranjero y no retornan. La nueva reglamentación los obliga a regresar y trabajar en el país por lo menos dos años, en caso contrario serán castigados, no solamente con la devolución de las prestaciones con las que fueron beneficiados si no con un 30 por ciento adicional (El Universal, 29/09/07). Una iniciativa que muestra que la educación superior en China precisa de mejores y mayores esfuerzos.

Otras cifras relevantes del informe de UNESCO se refieren a los costos. Los 19 países de referencia, dice el reporte, gastan más por alumno en educación terciaria que los países miembros de la OCDE. En promedio, los primeros gastan 53 por ciento del PIB per cápita y los segundos 40 por ciento. La situación inversa se presenta en los niveles educativos inferiores, donde el gasto de los 19 países para educación primaria puede ir de un 3 a un 17 por ciento.

La información está incompleta sobre el sostenimiento público-privado de la educación superior. El informe señala que la mayoría de países no está en condiciones de proporcionar información sobre gasto privado, no solamente para educación superior sino para cualquier nivel educativo. Sin embargo, dice, los datos disponibles sugieren que la mayor contribución es de los hogares y del sector privado. Por lo menos así parece para siete de los 19 países de ingresos medios y en desarrollo (Chile, Perú, Indonesia, Paraguay, Tailandia Argentina e India), cuyo promedio de 46 por ciento es casi el doble del promedio de la OCDE.

Otra dato más que consigna el informe son las dificultades bastante conocidas en el mundo en desarrollo: enfrentar los problemas de la educación superior sin haber solucionado o superado los de la educación básica. Particularmente el que se refiere a la universalización de la cobertura, donde los años de escolaridad alcanzan a cubrir entre los siete y los nueve años, mientras que los países de la OCDE tiene por lo menos 11 años. Los informes de UNESCO siempre se han ocupado de documentar los problemas de los países en desarrollo, pero, al parecer, ahora ya está incorporando el nivel comparativo en sus estudios. Un hecho relevante para apreciar los contrastes y las distancias.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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