En este texto voy a resaltar varios puntos que merecen atención y que deseo compartir con el público lector de Campus.
1.Resolver la precariedad laboral. Al analizar cómo ocurre la contratación de nuevos académicos se aprecia que las condiciones de trabajo están deteriorándose.
Por razones de política, la oferta de plazas es mínima para el tamaño de la demanda: una plaza por varias decenas de solicitantes. En una cantidad notable hay impugnación del resultado del concurso, lo cual retrasa la contratación del ganador. Interviene la normatividad, la lentitud burocrática y el cruce de intereses. El resultado final toma meses. El ganador tiene que buscar cómo sobrevivir, y se llegan a perder cuadros académicos potencialmente buenos.
Los nuevos académicos contratados imparten varias clases, tienen que publicar en revistas indizadas, entrar al SNI, participar en congresos, conseguir fondos para sus proyectos, etc. Pasarán por una evaluación anual y, después de dos o tres, volverán a concursar frente a un número grande de candidatos, y varios cuerpos colegiados. Una situación bastante incierta que no se justifica, sobre todo cuando hay renovaciones anuales de contrato, fundadas en los buenos avances del proyecto.
Otra situación que muestra la precariedad del trabajo académico es la de los post docs. Como no hay recursos para contratar a los recién egresados de los doctorados, la figura de post doc permite que ingresen temporalmente a la academia. Se supone que tendrán entrenamiento, pero a veces sirven como trabajo barato, altamente calificado, para ayudar a los investigadores “seniors”. Al término legal del post doctorado, la persona no es contratada porque no hay plaza. ¿Ganó experiencia? ¿Enriqueció el curriculum? ¿Publicó con el tutor? De nuevo, puede quedar sin trabajo por un buen tiempo. Representa un problema para la institución y para la persona.
2. Avanzar. Justo Sierra invitó, por así decir, a los científicos para que trabajaran por México. En pleno Siglo XXI, la tesis es fundamental. La sociedad necesita estar enterada del conocimiento que los académicos producimos en su beneficio. La comunicación de la ciencia es tan importante como su producción, dijo la Dra. Gabriela Frías en un Foro del CONACYT. Y la Dra. Miriam Carrillo añadió que es necesario utilizar herramientas adecuadas para que la ciencia pueda ser apreciada por distintos públicos.
En la sociedad de la información y el conocimiento, los académicos universitarios deberíamos divulgar, a públicos amplios, los resultados de nuestras investigaciones. La prensa, y los medios masivos, deben aprovecharse para tal efecto.
La divulgación del conocimiento exige un quehacer arduo y complejo que debe ser valorado como parte del trabajo académico. Los investigadores demandamos espacios institucionales que conjuguen esfuerzos colectivos para llevar a cabo las tres funciones universitarias y hacer que la difusión cobre auge. Los universitarios tenemos el compromiso de elevar la capacidad cognitiva de la sociedad para que se mejoren las condiciones de vida.
3.Reafirmar. El carácter público de la universidad supone: que el Estado sea quien la sostenga financieramente. Que la universidad cubra la mayor parte de la matrícula en licenciatura y colabore a ampliar la cobertura en otras instituciones públicas, que venza las barreras de clase y geográficas, que sea multiclasista y promueva la movilidad social. Que haga investigación pertinente al desarrollo del entorno local y construya el diálogo con los distintos actores públicos. Que elimine la burocratización de las relaciones entre los actores universitarios. Que enfatice el carácter colectivo de la academia.
La universidad pública mexicana debe ser punto de referencia para comparar a otras instituciones del sistema educativo, aquí y afuera. La universidad pública debe gozar de prestigio, legitimidad y de una fuerte identidad de sus miembros. Quitar de sus perspectivas los rankings internacionales y los modelos institucionales que auspician, y hacer presencia en el ámbito global.
4. Valorar. El rector de la UNAM, Dr. Enrique Graue Wiechers, hizo declaraciones que son de interés para todos los universitarios. Dijo que las universidades son fuente generadora y transmisora del saber y difusoras del conocimiento; defensoras de la verdad, la libertad y la independencia del pensamiento. En la universidad pública convive la pluralidad de ideas.
Señaló la necesidad de vencer la desconfianza que existe en las instituciones, porque la desconfianza debilita la democracia. Esta última se fortalecerá sí en la próxima campaña presidencial hay discursos y debates de altura, contra la impunidad y la desigualdad, y en pro del crecimiento económico y el desarrollo nacional.
Para el rector, los jóvenes van a participar en la contienda electoral, van a manifestar su voluntad en las urnas, a escoger el rumbo que el país debe seguir. A los jóvenes universitarios les enseñamos a que hagan ejercicio de su derecho ciudadano. En la Universidad propiciamos el debate políticamente correcto y la conciencia en la importancia del voto. La universidad pública es valiosa para todos los mexicanos.
