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¿Bachilleratos corporativos?
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm. 668, pp. 5 [2016-08-11]
 

El nuevo ciclo escolar cuenta con la “Escuela Técnica Roberto Rocca”. Es un recinto de nuevo tipo: es de nivel medio superior, su financiamiento es privado, por ahora solamente atiende a poco más de un centenar de jóvenes, pertenece al corporativo metalúrgico ítalo-argentino Techint, sus instalaciones son modernas y bien equipadas. La escuela está ubicada en uno de los municipios industriales que podrían adquirir mayor relevancia de Nuevo León, a un par de kilómetros de la organización empresarial y ahí se asentó también Kia, la compañía automotriz coreana.

Hace poco más de un año, los directivos de Techint anunciaron que construirían una escuela en el municipio de Pesquería, en Nuevo León (MILENIO 22.07.2015). El grupo patrocinador tiene seis empresas, la que opera en México desde hace una década es la siderúrgica Ternium (compró Hylsa en 2007), con actividad minera en Colima, Jalisco y Michoacán, así como con plantas en Puebla, Coahuila y Monterrey. Apenas en 2013 inauguró su centro industrial en Pesquería. Actualmente, Ternium tiene plantas en una decena de países del continente americano (Argentina, Colombia, El Salvador, Estados Unidos, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y Uruguay). Es un conglomerado importante.

En 2015, cuando el presidente del grupo Techint, Paolo Rocca, hizo el anuncio de la nueva escuela en México, precisó que comenzaría a funcionar en este ciclo escolar, como ha ocurrido, pero no era la primera escuela de su tipo, ya contaban con una en Argentina. También dijo que construirán otra escuela en Colombia y tal vez otra más en México, en Veracruz. Es decir, probablemente la experiencia de este tipo de escuelas se pueda expandir y tener un mayor alcance regional.

Efectivamente, la primer Escuela Técnica Roberto Rocca (ETRR) fue construida en Argentina en 2013. Ahora, en ambos países, el nombre de la escuela es el mismo (el fundador del grupo empresarial), el nivel educativo es igual, también está planeada para otorgar becas de distinto monto a todos sus estudiantes, su orientación es tecnológica. La única diferencia entre la institución argentina y mexicana, es que la primera ofrece bachillerato técnico en electromecánica y electrónica, mientras que la segunda lo hace en mecatrónica y electromecánica.

Los proyectos de este tipo generalmente tienen un respaldo gubernamental. Según las cifras del propio grupo empresarial (página web), la inversión para la nueva escuela fue de 29.4 millones de dólares. En su momento, el alcalde de Pesquería, José Gloria, dijo que el modelo educativo de la nueva escuela sería relativamente similar al de un Conalep, pero con un plan de estudios alineado a las necesidades de la acerera, aunque no sabía quién se haría cargo de la operación de la institución, si el gobierno estatal, un fideicomiso o cómo (El Financiero 05.06.2014).

Pero, ¿es bueno o malo que existan este tipo de escuelas? Por una parte, la ampliación de espacios educativos es una buena noticia, tanto mejor si cuentan con la infraestructura necesaria y ofrece condiciones adecuadas para cumplir su función, como es el caso. También, como la política pública ha insistido una y otra vez, son bienvenidas las iniciativas que vinculan la formación escolar y los requerimientos del sistema productivo.

Por otra parte, como el caso de las universidades corporativas lo ha mostrado, el principal objetivo de estos proyectos educativos es alinear los objetivos de una determinada compañía con las capacidades y habilidades de las personas que requieren. Uno de los problemas es que los estudios ofrecidos en estas instituciones, generalmente, no tienen reconocimiento de validez oficial, así que la formación adquirida solamente tiene una utilidad limitada. Los estudios de escuela Roberto Rocca, dice en su página oficial, están incorporados a la Secretaría de Educación de Nuevo León desde diciembre del año pasado, así que no tendría esa dificultad.

Otro problema es la formación adquirida en las instituciones corporativas. La mayoría de las veces se dirige a una sobre especialización muy acotada que solamente resulta útil para esa compañía y no puede aplicarse en otros empleos, especialmente cuando el trabajador abandona el empleo o la institución deja de patrocinarlo. También puede ocurrir que la especialización recibida sea muy coyuntural y rápidamente pierda vigencia. Por ejemplo: ¿qué ocurrió con la Universidad Corporativa de Pemex que se construiría en Querétaro el año pasado y formaría los recursos necesarios en materia energética? Nada, simplemente.

La matrícula de la escuela que comienza en Nuevo León es modesta y tal vez se trate de un proyecto único. Pero, como se ha anunciado, el número de planteles se puede expandir transnacionalmente e incluso el modelo de bachilleratos corporativos podría reproducirse por otras organizaciones empresariales. No dejaría de ser sorprender que eso ocurriera en el nivel medio superior.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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