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Las ciencias sociales en la UNAM y el cambio de rector
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm. 628, pp. 6 [2015-10-15]
 

Las ciencias sociales juegan un papel trascendente para solucionar los grandes problemas nacionales y la problemática actual de la sociedad mexicana. También, para ofrecer análisis, interpretaciones y discurso que guíen el desarrollo del país y entender las causas y consecuencias de situaciones nuevas y emergentes que obstaculizan el avance de la sociedad hacia mejores estadios de bienestar.

Las ciencias sociales contienen disciplinas cuya dinámica ocurre a gran velocidad. En el mundo, su transformación reciente ha llevado a crear nuevas teorías sobre la sociedad, la política, la economía y la cultura. Son teorías muy diversas porque responden a condiciones sociales distintas.

La discusión teórica actual muestra los avances de estas ciencias, los cuales han permitido entender los modelos de sociedad en los que vivimos y los impactos que sobre ellos ha tenido la globalización. Se discuten las diferencias, pero también las intersecciones teóricas. Asimismo, las perspectivas metodológicas y las tecnologías para investigar son tema de confrontación académica, que incluye los efectos de las tics sobre el trabajo académico. Los resultados de las investigaciones son objeto de una amplia difusión, que influye en las políticas públicas y, de modo creciente, en la opinión pública.

Las ciencias sociales, además, se encuentran en un movimiento de conexión por la vía de la interdisciplina. Los científicos sociales tratamos, usamos, combinamos, sintetizamos muchas nociones, conceptos y proposiciones teóricas, provenientes de varios campos, para el análisis de formaciones o fenómenos sociales concretos. Actualmente, el trabajo colectivo multi e interdisciplinario es cada vez más frecuente.

Las ciencias sociales han hecho diagnósticos sobre lo que ocurre en el México contemporáneo. Las conclusiones a las que se ha llegado apuntan que el país no ha ido por el rumbo correcto. Más allá de las pobrezas, el hambre, las enfermedades, las desigualdades sociales y la inseguridad, hay un sinnúmero de problemas que se conjugan en la ruptura del tejido social. ¿Cómo puede recomponerse?¿Cuáles son las opciones que existen? Ha habido respuestas dirigidas a corregir el cauce desbocado que seguimos., pero se requiere más investigación.

La producción de conocimiento para estimular el desarrollo nacional necesita un aparato sólido de investigación en las universidades públicas, que es donde se alojan estas disciplinas. En la UNAM hay una estructura de investigación en ciencias sociales y humanidades dedicada al análisis de nuestra realidad social. Se ha producido material en el que se propone un modelo alternativo de desarrollo para el país. También, cómo avanzar en el campo de la salud, un programa para reforzar la seguridad, un plan de energía y un plan de diez años para transformar el sistema educativo, entre otras propuestas. Esfuerzos que reúnen conocimientos, acumulados y nuevos, trabajados en colectivo. Se creó un Seminario sobre la Juventud, otro sobre el envejecimiento de la población, y uno más sobre transparencia, que se agregaron a los programas de la ciudad y de género. Baste mencionar estas iniciativas para ilustrar nuestra cercanía con la agenda nacional.

En México, somos miles quienes nos hemos formado en las ciencias sociales. Trabajamos en las universidades, en el sector público, en el privado, en las organizaciones de la sociedad civil y en los medios de comunicación. Los científicos sociales miembros del SNI, representamos un 15 por ciento, y los programas de posgrado de calidad un 20 por ciento del total. En la Coordinación de Humanidades de la UNAM somos 869 investigadores, y cuatro quintas partes formamos parte del SNI. En el año de 2014 se obtuvieron cerca de 1900 productos de investigación en todos los campos de las ciencias sociales y las humanidades que cultivamos. Hoy, la UNAM necesita poner más atención a nuestro trabajo y darle mejores condiciones organizativas para realizarlo, ganar más prestigio, en la seguridad de que los investigadores presentarán nuevas interpretaciones y alternativas que auxilien a reparar la ruptura del tejido social.

Proponemos que en el nuevo ciclo que se va a abrir en la UNAM se vea a las ciencias sociales y a las humanidades en el marco de una universidad convencida de sus bondades académicas, dispuesta a valorar el trabajo colectivo, a dar más apoyos e instalar un sistema de evaluación con criterios apropiados. Igualmente, sería deseable crear más espacios multi e interdisciplinarios que enlacen el trabajo de varias dependencias, en los que interactúen académicos y estudiantes, impulsar investigaciones con trabajo de campo, o elaboración de información secundaria, con resultados originales. Habrá que propiciar el debate teórico, el uso de metodologías rigurosas, estimular la movilidad de los investigadores, usando las instalaciones que tiene la UNAM en el territorio y en el extranjero, hacer conexiones docentes y de investigación con instituciones radicadas en las entidades federativas, para abrir nuevos proyectos, y acentuar el intercambio, especialmente con Latino América y el Caribe. Las ciencias sociales y las humanidades, desde la UNAM, van a contribuir, además, a quitarnos el estigma de que somos un país de pobres, sin rumbo, y a dar nuevos bríos al progreso nacional.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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