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¿El SNI se amplía o se descuadra con las Cátedras?
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm. 587, pp.5 [2014-12-04]
 

Un componente más se agrega al Sistema Nacional de Investigadores (SNI): las Cátedras Conacyt para jóvenes investigadores. Al más antiguo y complejo esquema nacional de evaluación del rendimiento individual se le añade ahora el programa más nuevo de esta administración. ¿Es “otro ladrillo más en la pared” –como dice la sonada canción de Pink Floyd— de una rocambolesca edificación o una lápida a punto de fragmentarse?

En este año se cumplieron 30 años de la creación del SNI. Un aniversario que no fue la ocasión para una reflexión profunda de las ventajas e inconvenientes que ha traído el Sistema, ni para explorar las rutas de un posible cambio. Si al caso, como lo han indicado las autoridades del sector, habrá cambios menores. Por lo pronto seguirá como hasta ahora y con algunos añadidos.

El SNI sumaba 10 mil 189 integrantes en el 2004; la estimación para este año es que serán 21 mil 358. Esto es, cada año, en la última década, se agregaron alrededor de un millar de nuevos miembros. Es posible que ahora el volumen pueda ser mayor porque podrán aspirar a integrarse los jóvenes de las cátedras.

En diferentes oportunidades hemos registrado aquí mismo el curso del reciente programa de Cátedras Conacyt. Básicamente, según destacan los lineamientos y bases de la iniciativa, se trata de plazas académicas comisionadas a instituciones públicas de investigación, bajo el régimen de nombramientos de confianza, donde el propio organismo rector de las políticas científicas y tecnológicas es el que funge como patrón.

Se supone que desde el pasado mes de septiembre los 574 jóvenes que fueron seleccionados para ocupar esas nuevas plazas ya están comisionados en determinadas instituciones. Aunque, como también lo hemos hecho notar, todavía no conocemos la tasa de rechazo que se produjo, las instituciones específicas a las que fueron asignados y cómo está operando el programa.

El asunto es que si se trata de jóvenes dedicados a la investigación en instituciones académicas, parece derivarse lógicamente que deben tener oportunidad de pertenecer al SNI, el sistema más prestigioso y reconocido de pago por mérito. Un tema que Conacyt seguramente tenía previsto desde el comienzo.

De hecho, Conacyt debió modificar su estatuto orgánico y su manual de organización para dar cabida a la nueva figura de Cátedras Conacyt. Sin embargo, faltaba lo más importante: modificar el reglamento del SNI.

El pasado 14 de noviembre se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las reformas a los artículos 33, 67 y 93 del reglamento. Los cambios delimitan los ámbitos de competencia y responsabilidad tanto de las instituciones receptoras como del propio organismo y de los investigadores.

Por ejemplo, en el artículo 33 se indica que: “para los fines de la solicitud de ingreso y reingreso de los investigadores que ocupen las Cátedras Conacyt, se entenderá que desempeñan sus actividades de investigación científica o tecnológica en la Institución beneficiada a la cual fueron comisionados en los términos establecidos por la normatividad aplicable” (DOF 14.11.14).

A su vez, el artículo 67 dedicado a precisar los requisitos que deben cumplir los investigadores para recibir el incentivo económico, como es contar con un contrato institucional con por lo menos 20 horas de dedicación a la semana y presentar una constancia de adscripción, resulta curioso que el mismo organismo se dice a sí mismo: los jóvenes investigadores “deberán presentar constancia de adscripción emitida por el mismo Conacyt”.

Seguramente, todos o la mayoría de jóvenes que ocupan las nuevas plazas buscarán ingresar al SNI, es un asunto de distinción pero también de recursos financieros adicionales. Si se sostiene la idea de un salario base de 37 mil pesos mensuales para las Cátedras, la pertenencia al SNI podría añadir alrededor de 800 a 1,000 dólares más.

Si consideramos el recorte de un mayor número de Cátedras para el año próximo y que los diputados dejaron casi intacta la propuesta de gasto del gobierno federal en materia de ciencia y tecnología, tal vez el crecimiento del SNI no será mayúsculo. Sin embargo, lo indudable es un añadido más a un ya complicado, oneroso y rocambolesco sistema de evaluación individual. ¿Tiene un punto de inflexión? Sí, aunque tal vez no lo veremos en el corto plazo.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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