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Para los obcecados: la oferta académica de la UNAM
Armando Alcántara Santuario
Campus Milenio Núm. 560, pp.6 [2014-05-22]
 

Aunque es un tema que sale a colación cada vez que se miran las cifras de las carreras profesionales con mayor demanda, siguen siendo materia de debate las declaraciones que al respecto hacen los funcionarios públicos, principalmente cuando señalan que los jóvenes que demandan un lugar en las universidades e instituciones de educación superior (IES) más reconocidas (sobre todo las de carácter público) lo hacen además, en los programas de mayor saturación como derecho, contaduría, medicina, ingeniería y psicología, entre otras.

Colegas como Manuel Gil (El Universal 10/05/2014) y Roberto Rodríguez (Campus Milenio 8/5/2014) y algunos más, han respondido a los señalamientos hechos varios días antes por el Subsecretario de Educación Superior de la SEP, quien llamó “obcecados” a quienes insisten en buscar un lugar en los establecimientos universitarios de mayor prestigio tanto a nivel nacional como estatal, y que además ignoran la amplia oferta académica con que cuentan las instituciones, al enfocarse sólo en las carreras más saturadas.

Tanto Gil como Rodríguez y quienes han opinado sobre el tema en cuestión, han subrayado que la actitud supuestamente “obcecada” de los aspirantes a conseguir un sitio en el IPN, la UAM, la UNAM, la U de G y la UANL, por mencionar sólo algunas, basan sus decisiones en hechos concretos que tienen que ver con el prestigio académico de los estudios y con la demanda de profesionistas en el mercado laboral. Esta situación también muestra que la calidad de la formación profesional se halla mal distribuida y que los jóvenes conocen el valor de los certificados académicos en el mercado de trabajo. En este contexto, merece la pena llamar la atención a lo que varias universidades e IES han venido realizando en los últimos años para ampliar su oferta de estudios profesionales. El caso de la UNAM es uno de los más ilustrativos, ya que su oferta de carreras asciende a 108, siendo tal vez el mayor entre las instituciones universitarias del país. Tan sólo en lo que va de la gestión del actual rector, el Consejo Universitario ha aprobado más de 30. Varios de estos programas tienen como característica distintiva la incorporación de los avances disciplinarios más recientes y en algunos otros casos, se trata de darles un carácter interdisciplinario y que respondan a las necesidades sociales en cuanto al tratamiento y resolución de problemas específicos. Además, muchos de ellos cuentan con salidas profesionales para quienes sólo puedan cursar la mitad de los estudios. En estos casos se otorga un certificado de técnico superior universitario. Con esto se trata de responder a una vieja demanda caracterizada por la falta de reconocimiento académico a quienes no tenían la posibilidad de completar los ciclos de cuatro o cinco años.

El espacio de esta columna hace imposible describir a detalle el más de un centenar de carreras, agrupadas en cuatro grandes áreas disciplinarias, por lo que sólo se proporcionan ejemplos de algunas de ellas. Así, en el área de ciencias biológicas, químicas y de la salud, se contemplan las licenciaturas en bioquímica diagnóstica, ciencia forense, ciencias agrogenómicas, ciencias ambientales, ciencias genómicas y manejo sustentable de zonas costeras. En el área de ciencias físico-matemáticas y de las ingenierías se cuenta, entre otras, con las siguientes: arquitectura del paisaje, ciencia de materiales sustentables, ciencias de la tierra, física biomédica, geociencias, además de 17 ramas de la ingeniería.

La oferta de carreras en el área de las ciencias sociales incluye: administración agropecuaria, economía industrial, estudios sociales y gestión local, así como planificación para el desarrollo agropecuario. Las opciones profesionales correspondientes al área de las humanidades y las artes son, entre otras, arte y diseño, cinematografía, desarrollo y gestión interculturales, enseñanza de lenguas extranjeras, etnomusicología, geohistoria y literatura intercultural.

Como puede verse en estos ejemplos, se trata de programas novedosos que se enfocan al desarrollo disciplinario y del conocimiento o a las nuevas realidades de los problemas sociales. Hay que reconocer, sin embargo, que si bien cuentan en su mayoría con un alto potencial en el mercado laboral, muchas de ellas todavía no cuentan con el reconocimiento suficiente. En este sentido, hace falta también que los propios empleadores tengan una actitud de mayor apertura y disposición para conocer las habilidades y conocimientos con que cuentan los egresados de estas carreras para la resolución de problemas que enfrentan los campos disciplinarios y la sociedad en los momentos actuales. Esto es así, porque como es bien sabido, las instituciones educativas carecen de la capacidad para generar empleos a gran escala y frecuentemente los mercados laborales son muy volátiles ante el comportamiento de la economía. De modo que, en ocasiones, los campos profesionales que en el papel se veían promisorios, pueden cambiar completamente si la demanda se reduce por cuestiones económicas.

Los ejemplos aquí presentados son sólo una muestra del trabajo constante de las instituciones de enseñanza superior para ampliar su oferta educativa y responder al desarrollo disciplinario y del conocimiento, así como a las necesidades actuales y futuras del mercado laboral.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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