MOTOR DE BÚSQUEDA PARA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Autor  Periódico  Año 
Mostrar Introducción

Sexto informe de gobierno
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm 192 [2006-09-07]
 

"Se tiene el convencimiento de que esta vez, en el periodo 2001-2006, sí haremos, todos, el esfuerzo que coloque a nuestro país en la ruta del desarrollo científico y tecnológico... México tiene que elevar su inversión en ciencia y tecnología a niveles similares a los de sus socios comerciales. De ello depende elevar el nivel de vida de la población...".

Esas palabras acompañaron la publicación del programa sectorial en octubre del 2001 y fueron suscritas por el entonces titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Pero, otra vez no. Seguimos sin colocarnos en el sendero prometido, tampoco logramos alcanzar los niveles de gasto planeados, perdimos competitividad y el bienestar de la población sigue como tarea pendiente.

A los grandes planes y metas que se trazaron en el voluminoso Programa Especial de Ciencia y Tecnología (Pecyt) que preveía elevar exponencialmente los indicadores para este año -aunque a condición de que tuviéramos un crecimiento anual promedio de 5 por ciento-, hoy tenemos un documento que en menos de una decena de páginas da cuenta de lo que logró en ciencia y tecnología. Más todavía, el propio informe sugiere tres aspectos para valorar el alcance de las políticas públicas que puso en marcha en esta área y que constituyen, a su juicio, los líneas más relevantes: las becas de posgrado, el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y los Centros de Investigación Conacyt.

En el último capítulo del informe, denominado el "gobierno del cambio", anota que entre el 2000 y el 2006 el número de becas de posgrado del sector público se incrementaron en poco más de 50 por ciento y las que administra Conacyt lo hicieron en 88 por ciento. Efectivamente, según los datos que se reportan, las primeras pasaron de poco más de 20 mil a 33 mil en el periodo; las segundas de 10 mil a poco más de 19 mil.

Ya lo hemos dicho en otras oportunidades, el gobierno mexicano tiene una política de becas sumamente benigna que ha permitido impulsar la formación de recursos humanos, pero también ha sido una política errática y con resultados poco claros a la vista de su trayectoria. Esta administración no fue la excepción, también modificó el reglamento y los criterios de asignación en forma inexplicable. En todo caso, frente a la meta del Pecyt de que en este año hubiese 32,500 becarios, de los cuales 22,400 tendrían que ser nuevos becarios, solamente hay 19,200 y 10,150, respectivamente.

En lo que concierne al SNI, el informe reporta que el número de integrantes pasó de 7,466 a 12,500 en el periodo. Un incremento importante, sobre todo considerando que se trata de un sistema que desde su creación en 1984 ha mostrado un crecimiento muy gradual y mayor restricción conforme más alta es su escala interior. Sin embargo, aunque hubiese alcanzado el doble de integrantes, como se había previsto en el programa sectorial, no deja de ser un sistema sumamente reducido si se le compara con el volumen de recursos humanos que se dedican a actividades científicas y tecnológicas (más de 40 mil) o el número de personas que despeñan actividades académicas en instituciones de enseñanza superior. Lo más complicado es que el SNI no ha sido un mecanismo efectivo para alentar a los jóvenes que inician su carrera, tampoco para impulsar claramente la formación de recursos humanos o para ampliar notablemente la planta de investigadores. En realidad su principal función ha sido la de compensar el salario de los investigadores, así fue en su origen y lo sigue siendo hoy.

El informe también destaca que los indicadores de productividad de los Centros de Investigación Conacyt. han mejorado y señala como prueba las cifras que muestran incrementos en artículos publicados, la incorporación al SNI de su planta de profesores o la actividad docente desarrollada. Sin duda los centros son importantes, pero ni son los únicos establecimientos de investigación ni están exentos de problemas.

Las tres líneas de política que destaca el informe como definitorias del "gobierno del cambio" no agotan las iniciativas que se pusieron en marcha en este periodo y tal vez ni siquiera son las más sobresalientes. Por ejemplo, las modificaciones normativas que se realizaron son más relevantes, al igual que los mecanismos de aliento fiscal a la inversión privada en investigación, la instauración de fondos competitivos o el fomento a las redes. Estos temas aguardan un análisis detallado, especialmente ahora que se tenga la información completa de la gestión.

Esta administración ya concluyó su ejercicio, pero con anterioridad a la entrega de su último informe ya se sabía que en materia científica y tecnológica el saldo era poco favorable y que, una vez más, no encontramos el camino correcto.


Instituto de Investigaciones Económicas
Seminario de Educación Superior
TEL: 56650210, FAX: 56230116
webmaster@ses.unam.mx
Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

Free Blog Counter