MOTOR DE BÚSQUEDA PARA ARTÍCULOS PERIODÍSTICOS

Autor  Periódico  Año 
Mostrar Introducción

UNAM: la reforma necesaria
Armando Alcántara Santuario
Campus Milenio Núm 62, pp.10 [2003-12-18]
 

Ahora que el doctor Juan Ramón de la Fuente ha sido designado por la Junta de Gobierno para un segundo periodo como rector, una de las interrogantes que nos hacemos los universitarios es si la reforma de la institución se llevará a cabo finalmente. Durante los pasados cuatro años, una vez restaurada la normalidad de la vida académica, se dio inicio a la organización del congreso universitario, instrumento para llevar a cabo la reforma demarras. A instancias del Consejo Universitario se formó la Comisión Especial del Consejo Universitario (CECU) con el mandato de fijar las bases sobre las cuales se realizaría el Congreso. Durante estos últimos años, la CECU ha organizado una amplia variedad de actos (foros, encuentros, reuniones, etcétera) para analizar tanto la situación actual de la UNAM, como las formas y posibles estrategias para la realización de la reforma. Sin embargo, hasta la fecha, sus propuestas no han logrado conjuntar a los principales sectores de la Universidad en un proyecto común de transformación institucional. Persiste, por el contrario, el escepticismo y la apatía hacia los actos que la CECU ha convocado y organizado en los años recientes.

En la mente de muchos universitarios (y de una parte considerable de la opinión pública y los ciudadanos en general) está la idea de que la UNAM debe realizar una profunda reforma y no sólo pequeños ajustes que dejen las cosas como antes. Se tienen incluso ejemplos de lo ocurrido en el exterior y en el interior del país en cuanto a transformaciones a fondo de las estructuras universitarias, como son los casos de la Sorbona, la Universidad de California y algunas universidades españolas, en el primer caso; y de instituciones universitarias como la Universidad de Guadalajara, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Universidad de Sonora, en el segundo.

Para nadie es desconocido, además, que la Universidad Nacional requiere con urgencia cambiar a fondo sus estructuras académicas y de organización administrativa para seguir siendo la institución de educación superior más importante del país, y también para enfrentar los grandes retos que en la actualidad están enfrentando las universidades en todo el mundo. Por supuesto que reformar una institución tan grande y compleja como la UNAM supone una tarea titánica, no solamente por la magnitud de los cambios en sí, sino por las enormes dificultades que implica el alcanzar consensos mínimos en una comunidad tan diversa y heterogénea. Revisar y, en su caso, modificar estructuras como la Ley Orgánica, el Estatuto del Personal Académico, las formas de gobierno y de elección de autoridades, la estructura curricular para lograr una plena flexibilidad y permitir la movilidad horizontal y vertical de los estudiantes, la permanencia de la organización en facultades y escuelas u otra basada en departamentos, entre otras, constituyen temas que despiertan grandes polémicas (y que eventualmente podrían derivar en serios conflictos), y para los cuales se prevén discusiones ríspidas. En todo ello está implícito que cualquier reforma en la Universidad Nacional no sólo habrá de cumplir escrupulosamente con la legalidad vigente, sino que habrá de poseer una amplia e indiscutible legitimidad.

Tanto las autoridades universitarias como el resto de los sectores de la institución deberán recurrir a toda su inteligencia, lucidez y creatividad para plantear las formas y procedimientos que permitan arribar a consensos y permitir así que las decisiones y acuerdos en torno a las transformaciones que requiere la UNAM se realicen con la participación amplia y activa de todos los universitarios. Sólo así podrá romperse la especie de marasmo en que parece haber caído la institución frente al proceso de reforma. Los cambios profundos en las estructuras institucionales son ya inaplazables, si es que se quiere evitar que la UNAM transite de la obsolescencia a la exclusión en la vida nacional y en el concierto mundial. La brillante historia y los grandes logros de la Universidad Nacional son hechos que deben seguir teniendo el mayor reconocimiento en la sociedad mexicana y en el exterior, pero ello no debe impedirnos apreciar y remediar las tremendas insuficiencias de las que todavía adolece.


Instituto de Investigaciones Económicas
Seminario de Educación Superior
TEL: 56650210, FAX: 56230116
webmaster@ses.unam.mx
Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

Free Blog Counter