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Apuntes sobre la UNAM
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm 290 [2008-09-25]
 

1. Se han recibido bastantes comentarios sobre el Plan de Desarrollo Institucional de la UNAM. Discutimos el documento en nuestro Seminario y he charlado con colegas investigadores, de quienes recibí muchos puntos de vista. Doy ahora los míos sobre algunas inquietudes que fueron planteadas.

Hay acuerdo en que una ventaja del documento del plan es su carácter macro y su orientación cualitativa. En su versión siguiente podría presentarse como "Marco General de Políticas Rectoras". Contar con un documento así sería un gran paso. De él pueden derivarse un plan para el conjunto, planes sectoriales y por entidad académica. Los planes se regirían por el reglamento de planeación de la UNAM.

El documento actual convertido en marco sirve como instrumento para articular los proyectos de la administración y de la comunidad, respeta la autonomía de los procesos académicos y la toma de decisiones de los órganos colegiados. Establece la posibilidad de que exista aprendizaje institucional para corregir el rumbo de la UNAM en su proceso de cambio. Que las políticas y los planes puedan modificarse según las necesidades de adaptación de la universidad a su entorno.

El marco es una visión que se ajusta a los modos como se mueve la academia. Es de suma importancia que el texto sea visto como orientación al cambio, que abre las puertas para comenzar a transformarnos en este siglo; como un documento que no rompe la cohesión que hoy tenemos en la UNAM, lo cual es lo de más valía para reordenar la institución.

2. El rector ha presentado documentos, ha dado discursos y entrevistas que indican claramente hacia dónde vamos. Ha enfatizado consolidar y avanzar en la calidad de la enseñanza, con compromiso social. De todo lo que ha dicho, hay cinco prioridades que se reiteran, que me parecen cruciales y que se traducen en acciones concretas a corto plazo; en la apuesta para el desarrollo académico.

En primer término, fortalecer el bachillerato, de donde proviene la mayor parte de los alumnos de licenciatura. Formar de manera integral a los alumnos, preparar mejor a los profesores y mejorar la infraestructura de todos los planteles. En segundo lugar, lograr que los egresados de la licenciatura cuenten con instrumental científico que les brinde competencia, capacidad de respuesta a los problemas en el ejercicio de su profesión y continuar con su preparación a lo largo de su ciclo vital. En tercer lugar, hacer que en el posgrado la enseñanza vaya a la par de los avances en el conocimiento y ampliar la matrícula con miras a colaborar en el fortalecimiento de la ciencia y la tecnología del país. Por todo lo anterior, el doctor José Narro ha insistido que el principal compromiso de la UNAM es con sus alumnos.

En la sociedad actual se necesita a la universidad para que produzca conocimiento que auxilie a cumplir los fines que hacen posible la vida social. Para elevar la competitividad en el mercado internacional y reducir la desigualdad social en el país. Por eso, una cuarta prioridad es que la investigación sea de punta, en las ciencias y en las humanidades, que tenga los medios para producir conocimiento y para formar a cuadros superiores con los más altos niveles posibles. Que la investigación y la docencia se liguen de manera estrecha. Poner atención a las necesidades y problemas del país. Mantener el liderazgo académico.

La quinta prioridad es pasar de la administración a la gestión del conocimiento. Y eso quiere decir que la administración esté volcada a apoyar las iniciativas académicas, que la burocracia no haga tan lenta la apertura de programas, campos y proyectos de investigación y docencia. Que la administración sea ágil, oportuna y transparente en la distribución de los recursos. Marchar en esta dirección es vital para el avance académico.

3. Por otro lado, en el contexto de la política educativa, la Rectoría de la UNAM está consolidando relaciones con las universidades estatales para colaborar a su fortalecimiento intelectual. Una colaboración concreta que podríamos llevar a cabo sería con la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. En esta universidad, la UNAM, a través del Instituto de Investigaciones Sociales, contribuyó a desarrollar la sociología.

Hoy, en la UABJO se desea crear una Facultad de Filosofía, con el concurso de su Instituto de Investigaciones en Humanidades, porque en Oaxaca se entiende que toda institución universitaria requiere de reflexión sobre el saber y el ser. Más todavía cuando se trata de un estado que asienta a 16 culturas indígenas que mantienen otras tantas interpretaciones y descripciones de la vida, que conviven con la concepción dominante de la visión occidental del mundo.

Teniendo como antecedente el proyecto que realizamos con sociología, podría establecerse un acuerdo entre la UNAM y la UABJO para comenzar a formar doctores en filosofía, en Oaxaca, y dar cauce a más largo plazo a la creación de la facultad. No sé si esto sea posible, pero no tengo duda de que sería deseable.


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