Hacia el inicio de los años 60 (S.XX), el Fondo de Cultura Económica publicó el libro Escucha yanqui, de C.Wright Mills, uno de los más importantes sociólogos estadunidenses. En el libro se buscó abrir una conversación para que el gobierno norteamericano entendiera lo que pasaba a 90 millas de distancia en otro país. Me parece que es oportuno recordar el libro en este momento por el que pasamos los mexicanos.

Vale, entonces, rescatar el espíritu de la obra para expresar cómo vemos los acontecimientos que ocurren en Estados Unidos con relación a México, desde un espacio universitario. Debatir y comunicar los problemas para que se escuche, por parte de la sociedad y el gobierno de Estados Unidos, y también por nosotros.

A partir de lo acaecido ahora en el vecino distante, es posible que cambie la perspectiva política del gobierno de EU y sus relaciones con nuestro gobierno. Y eso afectará a nuestra sociedad, más de lo que ya la ha afectado con el proceso electoral de agosto de 2016.

Las ideas de los nuevos gobernantes norteamericanos sobre nosotros han sido influenciadas por los medios y por la caída en el nivel de vida de las clases medias. Los medios han desdibujado la realidad y han presentado a los mexicanos, de aquí y de allá, como gente mala de la que hay que deshacerse. Creen que los de origen mexicano han tomado las “oportunidades”, en ese país, en estos eclipsados tiempos, lo que perjudica a los norteamericanos. Sobre lo dicho por el presidente electo, los paisanos han quedado definidos culturalmente como seres indignos. La humillación apareció con más fuerza que los agravios de antaño. Y es intolerable desde cualquier perspectiva.

Lo que se dijo de los cubanos, y lo que se dice ahora de los mexicanos, está cargado de prejuicios, que al final se revertirán contra los Estados Unidos. No hay motivo para que nos agredan verbal y materialmente. Las relaciones económicas, comerciales y diplomáticas con México han sido buenas para Norteamerica. Los migrantes han sido una mano de obra dócil y barata para su economía. México ha subsidiado una parte de su reproducción.

El gobierno norteamericano correrá muchos riesgos, si toma decisiones que nos afecten más. Hace tiempo, en un reporte del Pentágono, se decía que un clima de inestabilidad política en México es una de las tres amenazas más serias que puede enfrentar la sociedad norteamericana. El próximo gobierno deberá tener cuidado de cómo tratarnos. Un clima de revuelta o rebelión en México por presiones externas es inconveniente para todos. Sumir a México en la depresión, con trabajadores sin empleo, hambrientos, y con una clase media llena de incertidumbre, es absolutamente incorrecto y puede convertirse en un peligro para la estabilidad del vecino.

En otra de sus obras, Mills desveló a la élite del poder en norteamérica (FCE,1957). Advirtió, con toda rigurosidad, que un puñado de personas tomaban decisiones cruciales para Estados Unidos y el mundo (eg. invasiones, guerras, golpes de Estado), en un espacio de poder que incluía a corporaciones económicas, a los militares y a la clase política. Mills pudo captar y expresar que en EU se daba un movimiento hacia la concentración del poder, la manipulación del público a través de la industria de opinión, falta de democracia y, a la larga, distanciamientos entre ciudadanos y gobierno. Actualmente, la élite se mueve con la denominada clase global, cuyos intereses van más allá de los límites nacionales. La característica actual de la elite norteamericana es que está compuesta por personas que forman parte del sector empresarial y del sector más rico del mundo.

Los recién llegados van a endurecer al gobierno para usar el poder en el frente interno. Hacia fuera tendrán que hacer acuerdos y entrar en alianzas a nivel global para mantener el interés propio. Para nosotros quiere decir que, los grandes capitalistas de México serán intermediarios privilegiados en el diálogo entre funcionarios de los dos gobiernos, como ha empezado a ocurrir.

Probablemente, los nuevos gobernantes norteamericanos lleguen a darse cuenta, en la pista chica, que la dependencia de México hacia EU es tan profunda, que no vale la pena producir situaciones de caos al sur de la frontera. En un contexto donde existen enormes contradicciones y desafíos en la economía-mundo (Wallerstein), una mejor situación en México es favorable para que EU se relacione con otros poderes a escala mundial con menos contratiempos.

A los intelectuales y a los académicos universitarios nos toca darle un seguimiento sistemático a las decisiones que tome la renovada elite del poder, para contribuir a que no empuje militarmente las salidas políticas y manejar las enormes presiones estructurales a las que estará sometida. También, en el contexto actual de tensión internacional, habrá que señalar cuáles son las posibilidades de alcanzar una transición histórica que nos permita vivir en paz, con justicia. Hacerlo nos recordará toda la obra de Mills.