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El mejoramiento del aprendizaje: una tarea transdisciplinaria
Alejandro Canales Sánchez
Campus Milenio Núm 185 [2006-07-13]
 

Los campos de estudio se han formado a través de una creciente diferenciación y especialización que ha dado lugar a las múltiples disciplinas que hoy conocemos, como la física, la biología o las ciencias sociales. Pero también, y especialmente a partir de la segunda mitad del siglo pasado, los avances más notables se han dado en la fusión de campos de estudio, mismos que han dado lugar a nuevas disciplinas con su propia estructura conceptual como la biomedicina, la proteómica, las neurociencias o la genómica, por ejemplo. Nombres esotéricos que hoy ya comienzan a ser familiares. Menos frecuente, sin embargo, ha sido el caso de una fusión entre dominios completamente diferentes como el de las ciencias naturales y las humanidades, o entre las ciencias exactas y las artes o las ciencias sociales.

Un proyecto de fines de la década pasada de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) planteó el surgimiento de una nueva ciencia: la ciencia del aprendizaje ("Understanding the Brain: Towards a New Learning Science", 2002. p. 86). Es el campo que fusiona el estudio del cerebro y el aprendizaje, en donde las ciencias cognitivas, las neurociencias, la medicina y la educación pasarían de una aproximación interdisciplinaria a una transdisciplinaria para convertirse y fundar la nueva ciencia del aprendizaje.

La importancia de la iniciativa va más allá de si efectivamente estamos ante una nueva ciencia por la fertilización de diferentes dominios de conocimiento, lo más relevante es la posibilidad de que la educación se beneficie de la investigación sobre cómo funciona el complejo y enigmático cerebro humano.

El propósito principal del proyecto de la OCDE fue propiciar la colaboración, por un lado, entre ciencias del aprendizaje e investigación del cerebro, y por otro, entre investigadores y tomadores de decisión. Al arrancar el proyecto, en 1999, despertó poco interés en los países miembros de la organización, pero un par de años después fue ratificado por los ministros de educación de la organización. El documento ya mencionado corresponde a una especie de informe final de la primera fase del proyecto que concluyó en el 2002, en la que se intentó reportar e impulsar el dialogo entre las múltiples disciplinas involucradas, descubrir los aportes mutuos que podrían hacer las neurociencias cognitivas, la educación y la política educativa, e "identificar los asuntos clave en la comprensión del aprendizaje humano en donde la educación necesita ayuda de otras disciplinas".

Algo que también se indicó en el documento son los mitos respecto al funcionamiento del cerebro, mismos que son provocados por una simplificación de las investigaciones en este terreno, pero también por las presiones para aplicar los resultados al mejoramiento de la práctica educativa. Por ejemplo, señala que uno de los mitos más extendidos es el caso de la especialización o hemisferio cerebral dominante. Esto es, afirmar que para tal actividad domina determinado hemisferio y por tanto simplificar diciendo que los artistas son hemisferio derecho o los matemáticos hemisferio izquierdo, o bien, que alguien aprende básicamente con uno u otro hemisferio. Lo que da lugar a equívocos y al diseño de experiencias educativas poco fundadas. En general, indica que se deben evitar las simplificaciones sobre la estructura y funcionamiento del cerebro.

Por otra parte, cabe advertir que uno de los reclamos más frecuentes a la escuela es la invariabilidad de su organización en un contexto cambiante, la permanencia de los mismos métodos de enseñanza y aprendizaje con los que se fundó a pesar de que hoy están a la vista otros competidores, el mismo tipo de rutinas aunque los educandos hoy son diferentes. La educación escolarizada persiste en el mismo camino, mientras que las opciones para niños y jóvenes parecen ir por otro.

Según la SEP, el actual jefe del proyecto de la OCDE, Bruno della Chiesa, ha indicado que existen elementos suficientes alcanzados por la comunidad neurocientífica que se podrían tomar en cuenta para emplearse en las prácticas educativas (Boletín 250606). Sin embargo, también advierte que en educación no hay remedios rápidos y el proyecto no ofrece soluciones fáciles.

La iniciativa de explorar el campo del cerebro y el aprendizaje está en su segunda fase y en este año se presentará el informe correspondiente. Se esperan datos relevantes en lo que concierne al desarrollo del cerebro y tres áreas: alfabetización, matemáticas y el aprendizaje en el ciclo de la vida. Ya veremos si efectivamente se trata de un nuevo campo de conocimiento.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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