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El movimiento estudiantil en Venezuela. Una década de protesta
Roberto Rodríguez Gómez
Campus Milenio Núm. 549 [2014-02-27]
 

Hoy se viven en Venezuela días turbulentos por hechos de represión al movimiento estudiantil. Ya han sido acusados de fascistas por el presidente Maduro. La cifra de muertos alcanza la decena y la de heridos supera el centenar. En tal contexto, no carece de interés revisar la historia reciente de los movimientos universitarios en Venezuela que, con distintos motivos, han confrontado al régimen dominante en la nación sudamericana. Este recuento se propone trazar algunas líneas de continuidad de la movilización universitaria a partir de la segunda mitad de la década pasada. No se pretende una revisión exhaustiva, pero sí señalar antecedentes de relevancia para interpretar la presencia estudiantil en la actual movilización opositora al gobierno.

Acuéstate por la vida (2006)

La movilización de estudiantes universitarios en repudio al creciente número de actor violentos que se registraba en Venezuela al promediar la década tuvo un punto culminante en la demostración “acuéstate por la vida”. Para el 22 de abril de 2006 se programó una “jornada cívica” en la ciudad de Caracas cuyo objetivo era reunir un número de manifestantes equiparable a los más de setenta mil muertos registrados en el periodo de gobernó del presidente Chávez. El clímax del evento consistía en que los asistentes, luego de una cuenta regresiva, se tenderían sobre el pavimento para manifestar su inconformidad con el hecho de que el combate a la inseguridad no fuera uno de los temas prioritarios en la agenda gubernamental.

La jornada fue exitosa, pese a su limitada difusión en medios venezolanos, y no obstante el intento del gobierno de contrarrestarla mediante una movilización paralela, bajo la consigna de “muévete por la vida”. Hay que señalar que la convocatoria de los estudiantes fue respaldada y apoyada por el gobierno municipal de Chacao, distrito caraqueño en manos de la oposición chavista. Ese año estaba al frente de la alcaldía el hoy muy conocido líder opositor Leopoldo López, quien encabezó el poder municipal durante ocho años (2000 a 2008). López declaró a la prensa que “la Alcaldía apoyará la logística de la manifestación y que más de 400 funcionarios de la Policía Municipal, Policía de Circulación, Protección Civil y Salud Chacao trabajarán en el evento.” (El Universal, Caracas, 22 de abril de 2006).

Al día siguiente el presidente Chávez hizo un pronunciamiento público en el sentido de que reconocía la gravedad del problema, y que convocaba a estudiantes y opositores políticos a coadyuvar con el gobierno para definir vías de respuesta y solución al problema de la inseguridad que era evidente en algunos puntos del territorio nacional.

Tanto el interés de la oposición a Chávez en la movilización estudiantil, como también el tono conciliatorio del presidente tras la jornada cívica, se explica por la proximidad de los comicios de 2006, a los cuales el titular del poder Ejecutivo tenía la opción de reelegirse. De este modo, la inminencia de las campañas atrapó tanto la dinámica política del país como las expresiones de la opinión pública. Una parte de las organizaciones universitarias apoyaron la campaña de Manuel Rosales, que abanderó al bloque opositor contra Chávez, la postura política anti chavista no obtuvo el respaldo que se esperaba de parte del sector universitario.

“No, pana no” (2007)

En 2007 dos eventos concentrarían la atención del movimiento estudiantil universitario. En primer lugar el rechazo a la medida impuesta por el presidente de cancelar la concesión a Radio Caracas Televisión (RCTV), una de las principales cadenas de radiodifusión y televisión abierta del país, acusada por el régimen de Chávez de colaborar en el intento de golpe de Estado de 2002. En segundo, el rechazo al proyecto gubernamental de reformar la Constitución.

En mayo de 2007, a pocos días de ejecutarse la medida contra RCTV, se llevó a cabo la primera manifestación masiva de estudiantes contra aquella decisión. Con ese motivo, las manifestaciones duraron de mayo a junio del año con el saldo de más de un centenar de estudiantes detenidos en diferentes actos de protesta. Los estudiantes, siempre acompañados de la oposición anti Chávez, articularon sus demandas en tres puntos concretos: el regreso de la señal abierta de RCTV; el respeto a la libertad de expresión, y la liberación de todos los estudiantes detenidos por manifestar a favor de los derechos civiles.

En este periodo, el movimiento buscó ampliarse por todo el país, tener repercusiones en la opinión pública nacional, e incidencia sobre los poderes legislativo y judicial en cuyas manos había quedado la opción de atender los reclamos del medio de comunicación. Poco de ello se logró con resultados tangibles. El gobierno refrendó su decisión de cancelar la operación abierta de la cadena, y ésta optó por reanudar operaciones a través de la televisión de paga. En julio de 2007 se transformó en RTVC Internacional, pero en enero de 2010 la señal fue de nuevo suspendida por orden del gobierno. Finalmente RTVC decidió ubicar señal a través de Internet mediante canales como Usteam y Dailymotion.

En agosto de 2007 el presidente Chávez anunció formalmente su intención de reformar la Constitución mediante un proyecto que incluía cambios en la duración del periodo presidencial, una reorganización político territorial del país, la profundización de las misiones sociales, el manejo de las reservas internacionales a través de la eliminación de la autonomía del Banco Central de Venezuela, así como la declaración del régimen político de Venezuela como un “Estado Socialista”.

Tras varias modificaciones al proyecto original, en noviembre de 2007 el Consejo Nacional Electoral recibió la propuesta definitiva y, tal como está previsto en la Constitución, se dispuso la formalización de un consulta electoral, bajo la forma de referéndum, para aprobar la iniciativa. La fecha designada para esta consulta se fijó para el día 2 de diciembre de 2007.

Al principio la movilización universitaria en torno al referéndum demandaba ampliar la fecha de campañas y realizar el acto electoral hasta febrero de 2008. Esta propuesta, en la que coincidían las fuerzas opositoras, fue desechada casi de inmediato por las autoridades electorales.

A partir de entonces el movimiento contra la reforma constitucional concentró fuerzas y tejió alianzas en las cuales los universitarios fueron participantes destacados. Las manifestaciones, varias de ellas masivas, aunque otras de menor nivel de concentración, tuvieron lugar en múltiples ciudades y localidades. Los estudiantes movilizados definieron la consigna “No, pana No” para convocar a la negativa contra la propuesta gubernamental.

La mayor concentración ocurrió el 9 de agosto de 2011 en la avenida Bolívar de Caracas. Cientos de miles entre estudiantes y ciudadanos se manifestaron por el NO. En el acto con el que culminó la movilización participaron, como oradores, algunos dirigentes estudiantiles al lado de líderes opositores. El referéndum se verificó en la fecha programada. El resultado, como se sabe, fue desfavorable al presidente aunque con margen de apenas un punto porcentual. Pese a los temores de la oposición, Chávez aceptó la derrota casi inmediatamente. Aunque, por supuesto, no omitió comentarla: “Sepan administrar su victoria, porque ya la están llenando de mierda, es una victoria de mierda y la nuestra, llámenla derrota, pero es de coraje” (AFP, 5 de diciembre de 2007).

Nota: sobre los movimiento estudiantiles de 2007 véase la tesis “Resurgimiento del movimiento estudiantil venezolano”, de Gloria Cabet y José de Bastos. Universidad Central de Venezuela. 2008.

La lucha por la autonomía universitaria (2009-2011)

O más bien, la defensa de la autonomía universitaria en contra de su limitación jurídica por los poderes del Estado. Esta faceta del movimiento universitario ha tenido varias expresiones durante el régimen chavista. La primera, la oposición, en el año 2009, a la Ley Orgánica de Educación (LOE), en especial a los contenidos de la norma que representaban una probable limitación a las libertades de cátedra e investigación garantizadas a las universidades públicas autónomas venezolanas. La segunda, la oposición, en 2011, a la Ley de Educación Universitaria (LEU) aprobada en diciembre de 2010, fundamentalmente en contra de las nuevas atribuciones del gobierno central para regir, en sus diversos aspectos, la organización del sistema de educación superior del país.

El 15 de agosto de 2009 se promulgó la LOE. Tanto la promoción de la iniciativa como su aprobación por el legislativo venezolano estuvieron envueltas en la polémica. Del ámbito universitario se desprendieron críticas a las atribuciones del Estado para definir el enfoque ideológico de la educación, supervisar y sancionar las prácticas educativas, controlar contenidos en los medios de información y limitar la autonomía universitaria. Representantes del gremio magisterial cuestionaron, por su parte, la limitación de derechos laborales vigentes.

A los cuestionamientos sobre el sesgo ideológico de la LOE se agregó la inconformidad de varios medios de comunicación por el establecimiento de posibilidades de censura basadas en la norma ley. En el numeral 12 de la Primera Disposición Transitoria se indica: “quienes dirijan medios de comunicación social están obligados a prestar su cooperación a la tarea educativa y ajustar su programación para el logro de los fines y objetivos consagrados en la Constitución de la República y en la presente Ley (…)”. Además, se prohíbe expresamente la publicación de contenidos que “deformen el lenguaje y atenten contra los sanos valores del pueblo venezolano, la moral y las buenas costumbres, la salud mental y física de la población”. Ambos elementos se percibieron amenazas a la prensa opositora.

Para varios críticos, encauzar la orientación del proceso pedagógico hacia las fórmulas políticas y económicas del régimen, representa una intromisión autoritaria, y en todo caso excesiva, del “Estado docente”, como en el propio texto de la LOE es caracterizada la atribución básica del Estado en materia educativa. No obstante, la iniciativa de ley fue votada favorablemente y por unanimidad en la instancia de primera discusión, el 6 de agosto. El 13 de agosto se desahogó el trámite de segunda discusión, correspondiente a la lectura y votación del articulado. El tramo final de debate, aprobación, decreto y publicación de la LOE fue resuelto en forma apresurada, para evitar el escalamiento del conflicto.

No obstante, la plena jurisdicción de la LOE sobre las universidades, en particular sobre el régimen de autonomía, quedaba pendiente del diseño, aprobación e implantación de una norma secundaria. En diciembre de 2010, en el marco de una acelerada aprobación de leyes al seno de la Asamblea Nacional de Venezuela en vista de la renovación del poder legislativo que iba a ocurrir el 5 de enero de 2011, se aprobó la Ley de Educación Universitaria. Días antes, comenta Carmen García Guadilla, “representantes de la ONG Asamblea Nacional de Educación recogieron 37 mil firmas para apoyar otro proyecto que había venido siendo elaborado y discutido por representantes de varias universidades públicas y privadas. Sin embargo, fue muy confusa la entrega de dicho proyecto en la Asamblea, pues algunos oficialistas no quisieron recibirlo.” (Carmen García Guadilla, “Polarización y tensiones en la educación superior venezolana”, Revista Iberoamericana de Educación Superior, vol. 3, núm. 7, 2012).

El trámite legislativo se concretó, la madrugada del 23 de diciembre, sin que se hubiera desarrollado la previa consulta que establece la Constitución para la emisión de nuevas normas. Además, se sacó provecho del periodo vacacional de las universidades para evitar cualquier polémica. Por ello el evento se conoció como el “madrugazo” contra la autonomía universitaria.

Pese a la sanción legislativa, en la última semana de diciembre y los primeros días de enero de 2011 ocurrieron pronunciamientos de organizaciones estudiantiles y académicas, así como de autoridades y cuerpos colegiados de las universidades autónomas, contrarias a la ley. El presidente Chávez reaccionó rápido a la oposición y decidió vetar la nueva norma (devolverla al Congreso) el 4 de enero en el marco del primer Consejo de Ministros de 2011. Como rememora García Guadilla, “esta decisión, manifestada en una de las cadenas nacionales de televisión y radio, dejó atónitos tanto a los que elaboraron el proyecto de Ley (bajo la responsabilidad del Ministerio, a los diputados que aprobaron la Ley en la Asamblea Nacional, a los estudiantes del sector oficialista que habían defendido apasionadamente la LEU, así como a los distintos sectores de la oposición. Además, Chávez destituyó al Ministro del MPPEU, responsable del proyecto de la LEU y nombró como sustituto una persona con un perfil muy diferente al anterior.” (Op. cit).

En aquella ocasión afirmó el presidente: "Ya dirán algunos: ¡Reculó Chávez! Que lo digan. Esto es una demostración, una vez más, de que Venezuela cuenta con un gobierno democrático, un gobierno que oye, razona, y un Presidente dispuesto, cuando tiene que hacerlo, a rectificar y a llamar al debate". Por cierto, en YouTube se conserva la transmisión televisiva de este acto: es imperdible (http://www.youtube.com/watch?v=zPLGEbQR23Y).


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