En el Quinto Informe de Gobierno de esta administración se reporta que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) ha tenido una intensa participación en la suscripción de acuerdos para combatir el comercio desleal. Al mismo tiempo, destaca que entre enero y julio de este año el IMPI recibió poco más de 11 mil solicitudes de patentes y otorgó casi 8 mil títulos de ellas. La cantidad de patentes otorgadas, dice el informe, representa 18.5 por ciento más de lo logrado para el mismo periodo en 2010. Un volumen de incremento sorprendente, sobre todo si se considera la tendencia que este indicador había mostrado en los años recientes. Sin embargo, las cifras discrepan de las que aparecen en los anexos estadísticos del mismo informe, incluso de las que reporta el propio IMPI.

Básicamente, el otorgamiento de una patente se refiere a la obtención de un documento que concede el derecho a explotar una invención por tiempo limitado. En la actualidad, el IMPI es la entidad que tiene la responsabilidad de examinar las solicitudes y otorgar las patentes, antes lo fue la desaparecida Secretaría de Comercio y Fomento Industrial.

El IMPI es un organismo público descentralizado, relativamente reciente, apenas cumplirá dos décadas de existencia (su decreto de creación es de diciembre de 1993) y en la actualidad su relación es con la Secretaría de Economía.

Es importante advertir que el IMPI sólo está a cargo de la protección de las invenciones de aplicación industrial y de las marcas para distinguir productos o servicios en el mercado. El tema de la propiedad autoral depende más bien del Instituto Nacional del Derecho de Autor y la relación es con la Secretaría de Educación Pública.

Las cifras exactas que se anotan en el informe escrito son: 11 mil 22 solicitudes de patentes y 7 mil 996 títulos de patentes otorgadas (pág. 7). No obstante, en los anexos estadísticos se anota que las solicitudes son 8 mil 87 y las concedidas 6 mil 402. Es el mismo periodo para los dos casos, pero la diferencia en las cifras es obvia.

Más aún, los datos del mismo IMPI para el periodo de referencia también son ligeramente diferentes: 7 mil 155 de solicitudes de patentes y 5 mil 481 otorgadas (IMPI en cifras 2011).

En realidad, no pareciera significativa la variación de las cifras en los tres casos. Incluso, podría justificarse por la división seccional que se realiza, los trámites que no se concluyen o están en curso o bien porque son cifras estimadas. Un ajuste que se aparecerá al año siguiente. Sin embargo, el lapso es el mismo en los tres y es única la fuente de información. Más bien se trata de cierto descuido en la presentación y reporte informativo.

La precisión de los datos resulta relevante por el supuesto seguimiento minucioso de las solicitudes que se realizan y por el reiterado llamado a incrementar el número de patentes obtenidas por los nacionales.

Por cierto, aunque desde fines de los años noventa el indicador de patentes mostró una tendencia a incrementarse paulatina pero sistemáticamente, desde 2007 la tendencia se invirtió. Los datos son mejores que hace una década, pero la proporción de solicitudes de patentes por mexicanos en el país es reducida (6.5 por ciento del total) y el porcentaje es todavía más bajo si se considera el total de patentes concedidas (2.5 por ciento del total).

El asunto podría ser más complicado no sólo para México. El reciente reporte anual de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre actividades científicas y tecnológicas muestra que la calidad de las patentes ha disminuido en promedio en alrededor de 20 por ciento entre la década anterior y la actual (The science, technology and industry scoreboard 2011).

Unos cuantos países concentran el mayor número de patentes en el mundo. Por ejemplo, dice el reporte de la OCDE, Reino Unido produce patentes por arriba de la calidad promedio, en materia de tecnología ambiental y en el campo de los semiconductores. O bien, el caso de Corea, que tiene ventajas competitivas en innovaciones relacionadas con las tecnologías de la información y la comunicación, o Alemania en energía solar.

Estados Unidos sigue concentrando el mayor número de universidades de investigación. De las 50 instituciones de educación superior con el más alto impacto en el planeta —citas normalizadas de publicaciones académicas entre todas las disciplina—, ese país concentra 40 de ellas y el resto se localizan en Europa.

Aunque por especialidades se han hecho notar otras más. Por ejemplo, se advierte en el reporte, en la región asiática comienzan a despuntar algunas universidades, particularmente en China existen seis (de las 50 mejores) en toxicología, farmacología y farmacéutica. O la Universidad de Hong Kong, la cual destaca entre las mejores en ciencias de la computación, ingeniería y química.

Por lo pronto, tal vez nos convendría tomar con mayor seriedad el orden y la confiabilidad de los datos.