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Debate sobre cuotas raciales en Brasil. Primera parte
Armando Alcántara Santuario
Campus Milenio Núm 194, pp.5 [2006-09-21]
 

Una de los discusiones que ocurre actualmente en Brasil es la que se refiere a la conveniencia o no de establecer cuotas (asignación de lugares para los miembros de minorías raciales socialmente desfavorecidas) en las universidades públicas (federales y estatales), para negros e indios. Como se sabe, el país sudamericano es una tierra multirracial y multicultural en donde conviven diversos grupos étnicos, algunos de los cuales se encontraban en Brasil desde antes de la llegada de los portugueses a las costas del estado de Bahía. A los grupos de colonizadores blancos y los esclavos negros -que mezclados entre sí y con los indios, dieron lugar a una combinación que a su vez derivó en una amplia variedad de grupos raciales-, se incorporaron después personas provenientes de muy diversos lugares del mundo: Japón, Italia, Alemania, Líbano, etcétera. Según los datos más recientes del censo nacional la población brasileña está constituida, a grandes rasgos, casi 6 por ciento de negros, 41 por ciento de mulatos, 52 por ciento blancos y el porcentaje restante lo integran indios y asiáticos, principalmente. Cabe señalar que son los propios individuos censados quienes se declaran miembros de las diferentes categorías raciales (blancos, negros ["pretos"], mulatos ["pardos"], indios, asiáticos ["amarelos"] y "sin declaración").

Los datos más recientes de las instituciones de educación superior (IES) muestran que algunos de ellos están "sobrerrepresentados" y otros tienen una representación muy baja ("subrepresentados"), tal como lo muestran los siguientes datos: el 72.9 por ciento de blancos está en las IES, en tanto que su participación como grupo racial en la sociedad es del 52 por ciento. A su vez, sólo el 20 por ciento de los mulatos asiste a alguna de dichas instituciones, cuando su presencia en la sociedad brasileña es del 41 por ciento. En el caso de los negros ("pretos") su participación en las IES es apenas del 3.6 por ciento, mientras que constituyen el 5.9 por ciento de la población.

Más aún, existen carreras en las que la presencia de estudiantes autodenominados "blancos", es abrumadoramente mayoritaria (arquitectura, odontología, medicina veterinaria, ingeniería mecánica, farmacia, derecho, periodismo, administración, psicología y medicina). Los porcentajes van del 77.7 por ciento al 84.5 por ciento de la matrícula. Entre las cinco carreras antes señaladas, la representación porcentual de los negros es muy baja: arquitectura (1 por ciento), odontología (0.8 por ciento), medicina veterinaria (1.1 por ciento), ingeniería mecánica (2.3 por ciento) y farmacia (1.2 por ciento). Por otro lado, existe también un grupo de carreras que se consideran menos "blancas", en las que los porcentajes de participación van del 54 por ciento al 72 por ciento: historia, geografía, letras, matemáticas, física, pedagogía, enfermería, biología, química y ciencias contables.

La proporción de integrantes de los distintos grupos raciales que asisten a alguna de las IES con respecto a su participación en la población total, se puede apreciar de modo muy claro en la comparación entre dos estados brasileños: Bahía y São Paulo. En el primero, la población es mayoritariamente mulata y negra; mientras que el segundo, además de tener una población mayoritariamente blanca, es el que cuenta con el mayor desarrollo económico. Así, en Bahía el porcentaje de la población blanca es del 21 por ciento, mientras que su participación en las IES es del 45.6 por ciento. Los mulatos conforman el 65.8 por ciento de la población, y sólo el 41.7 por ciento asiste a alguna institución de nivel universitario. Los negros constituyen el 12 por ciento del total y los estudiantes de este grupo son apenas el 9.9 por ciento. En São Paulo, el 71.1 por ciento de la población es blanca, y su participación entre el estudiantado de nivel superior es del 80.5 por ciento. Los negros componen el 4.7 por ciento de la población y son el 2.8 por ciento de los estudiantes universitarios. A su vez, los mulatos constituyen el 22.7 por ciento de la población y sólo el 10.7 por ciento asiste a alguna IES. Si bien los números anteriores corresponden a dos estados "típicos", los datos a nivel nacional muestran que en todos los estados brasileños la representación porcentual de los blancos en el campus es mayor que su representación en la sociedad.

En un intento por reducir estos desequilibrios y, por tanto, aumentar la participación de los grupos menos favorecidos o subrepresentados, el gobierno federal ha llevado a cabo diferentes acciones de inclusión social. Una de ellas es el llamado Programa Universitario para Todos (PROUNI), mediante el cual se han otorgado más de 200 mil becas de estudio para que estudiantes egresados de bachilleratos públicos (entre ellos 63 mil negros e indígenas) puedan asistir a universidades privadas. Asimismo, 30 universidades públicas han reservado un número determinado de inscripciones para estudiantes negros e indígenas. Existe, además un proyecto de ley para que todas las universidades públicas realicen la reserva de lugares para los alumnos de escuelas públicas que pertenezcan a los dos grupos raciales mencionados, en función de su porcentaje respecto a la población total de cada entidad federativa. Finalmente, también se volvió obligatoria la enseñanza de la historia afro-brasileña en las escuelas.

Por razones de espacio, dejamos para la próxima entrega el debate entre los defensores y los detractores de las cuotas raciales en las IES brasileñas.


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