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La ignorancia de quienes mandan
Humberto Muñoz García
Campus Milenio Núm 60 [2003-12-04]
 

Los días 27 y 28 del mes en curso se llevó a cabo la XXII Sesión Ordinaria del Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines (CUPIA). El consejo agrupa a sesenta y seis universidades y centros de investigación en el país que forman parte de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES). En este artículo se comentan algunos resultados relevantes y su significado.

La reunión fue calificada como históricamente trascendente. Su valía consistió no sólo en los logros. También la tuvo porque los acuerdos se tomaron con pleno convencimiento y por unanimidad. Prevalecieron principios y fines. Los rectores tuvieron claro que para defender a las instituciones públicas hay que ir todos juntos. Ojalá que lo ocurrido en Oaxaca sirviera de ejemplo a otros ámbitos de la vida nacional. Nosotros los universitarios del país estamos unidos en estos momentos y eso nos dará más fuerza política.

Como es obvio, para nadie de nosotros ha sido grato saber que el presupuesto federal para educación superior, ciencia y tecnología, presentado por la Secretaría de hacienda para ejercer en el año 2004 es más reducido en término absolutos que el del año en curso. Es incomprensible la falta de sensibilidad que demuestra dicha secretaría frente a los problemas que tiene uno de los aspectos cruciales del futuro de México.

Aparte. Las universidades y demás instituciones públicas requieren siete mil millones de pesos más a lo propuesto por el gobierno para resarcir el rezago, comenzar a resolver la cuestión de las pensiones, enderezar el asunto de las plantillas no reconocidas y contar con recursos para negociar los incrementos salariales. Pero además, porque sin estos recursos, en lugar de cumplir objetivos y metas del Plan Nacional de Educación, vamos a caminar para atrás y las dificultades serán más severas. Entre otras cosas, esto quiere decir que a los rectorados les será más complicado mantener la gobernabilidad en sus instituciones.

Habrá que recurrir una vez más al legislativo –poder supremo del Estado en la visión de Locke- para exponer razones, necesidades y advertir de las graves consecuencias que tiene la política educativa seguida por el ejecutivo para nuestra juventud. La ANUIES y los rectores irán a la Cámara de Diputados con propuestas. En esta reunión de CUPIA se aprobó el modelo de asignación del subsidio adicional para la docencia y la investigación que se aplicará a partir del año entrante, con lo cual se eliminarán incertidumbres y negociaciones enredosas como las que ahora se dan. Se espera que con esta forma de distribuir el subsidio se gesten avances académicos en todas las instituciones. Agregaría que quizás el resultado de CUPIA siente las bases para iniciar una nueva etapa en las relaciones de la Universidad con el Estado y que se terminen las tensiones innecesarias.

El modelo contiene criterios precisos y fórmulas específicas. En un inicio se experimentará y evaluará por una comisión que estará supervisándolo para cambiar y adecuar aquello que no funcione. Supone que exista una cantidad creciente en término reales del subsidio federal, con tendencia a llegar al uno por ciento del producto interno bruto, para que se obtengan los efectos favorables de su aplicación. La idea es que existan fondos adicionales destinados a la superación académica de las universidades que tienen un mayor rezago y una bolsa de recursos para asignar conforme al desempeño de las instituciones.

Entre los varios acuerdos alcanzados, uno que me parece fundamental es que se presentará a los legisladores una propuesta para que ningún centro público de investigación sea desincorporado o desaparecido como lo ha solicitado la Secretaría de Hacienda en el caso del Colegio de Posgraduados. Parece mentira que el ejecutivo proponga este tipo de medidas en vez de ayudar a fortalecer y consolidar instituciones que tienen como producto ese bien intangible llamado conocimiento altamente apreciado en el campo internacional para estimular la competitividad.

Es increíble, además, que se levanten voces, hasta de un diputado de izquierda, para solicitar que la academia y la ciencia mexicana demuestren, prueben, las contribuciones que han dado para mejorar la vida de los ciudadanos. El reclamo tal vez sea por ignorancia de que las universidades públicas tienen cada vez mejores resultados que no pueden medirse en pesos y centavos, entre otras cosas por que el trabajo que en ellas se realiza es especial. No tiene precio, por ejemplo, lo que han brindado como aporte a la cultura nacional y a la formación de los jóvenes las obras de los clásicos griegos y latinos traducidas al español y publicadas por la UNAM. Tampoco tienen precio las potencialidades de la investigación genómica en el campo alimentario en un país repleto de pobres que si acaso mal comen. No podremos ser un país de verdad sin humanidades y ciencia básica. Es lamentable que en este momento de la historia los poderes públicos pregunten si tiene utilidad el trabajo que hacemos los investigadores.

Se aprecia un claro desinterés del gobierno por la educación de alto nivel y la ciencia. Felizmente en la reunión de CUPIA se abordó el tema de la investigación y el posgrado para concluir en la necesidad de elaborar una agenda para hacer propuestas de políticas en la materia teniendo en cuenta la diversidad institucional, el marco de desconcentración y regionalización, y que las universidades y centros de investigación públicos son la base con la que cuenta el país para producir conocimiento.

Varios de los asistentes a la reunión coincidimos en que las universidades públicas son fuente de legitimidad para el sistema político. Y que en los tiempos actuales de turbulencias, fracturas, rupturas y desatinos de gobernantes y partidos han hecho una contribución excepcional para que se mantenga la estabilidad política. Motivo por el cual nadie debe propiciar condiciones para que las universidades sean sacudidas con inconformidades y revueltas que agudizarían los grados potenciales de conflictividad que ya existen en el panorama. La ciencia política aconsejaría que mejor ni le muevan.


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Last modification: April 29 2020 11:44:32.  

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