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Introducción
México está en una coyuntura crítica de la que necesita salir y volver a la senda del crecimiento económico con justicia social. Para colaborar a que así ocurra, es necesario que la universidad pública empeñe sus esfuerzos en construirse para los nuevos tiempos que marcan este siglo. Hay un aumento de la demanda por educación superior, el acceso se vuelve una cuestión crucial y se impulsa, desde distintos ámbitos, el aumento de la cobertura. En esta tendencia es menester poner atención a la calidad de los estudios, contar con un financiamiento suficiente, oportuno y distribuido para plazos multianuales, cambiar las condiciones del trabajo académico, entender lo que pasa con los jóvenes y las disputas por el concepto de estudiante universitario, enfrentar los cambios en la composición de la matrícula y producir graduados que puedan involucrarse en los más diversos quehaceres sociales. La tarea es reestructurar la universidad pública para que se encuentre en condiciones de gestar y apoyar a que la sociedad consiga mejores niveles de bienestar.
En otras palabras, la universidad pública requiere convertirse en una institución más activa, capaz de convocar y negociar con diversos públicos los proyectos de desarrollo social, una universidad sensible a las necesidades de educación y conocimiento que puedan impulsar dichos proyectos. La universidad que hace falta requiere enfatizar los procesos de producción y distribución del conocimiento, introducirse de lleno en el manejo de nuevas tecnologías, refrendar y ampliar su compromiso y responsabilidad social. |
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